Frans de Waal visitó la Universidad Veracruzana (UV) a finales de octubre y participó en el 5º Simposio Internacional de Neuroetología que reunió a estudiantes de diferentes latitudes, quienes le escucharon atentos y rieron con los videos en donde demuestra que el comportamiento humano es una continuidad evolutiva del comportamiento de los animales.
De Waal nació en los Países Bajos, estudió en la Universidad de Utrecht, es uno de los primatólogos y etólogos contemporáneos más reconocidos. Actualmente se desempeña en el Centro Nacional de Investigación en Primates de la Universidad de Emory, Atlanta, Estados Unidos.
Su libro más reciente es ¿Tenemos suficiente inteligencia para entender la inteligencia de los animales?, el más famoso es El mono que llevamos dentro, y otros de gran repercusión son: Bien natural, El simio y el aprendiz de sushi, y Primates y filósofos, en los que estudia el comportamiento de primates como chimpancés, bonobos y macacos.
A partir de estos estudios y del interés por analizar la evolución de la moral del simio al hombre, y gracias a la ayuda de Filippo Aureli, investigador del Instituto de Neuroetología de la UV y Nivel 3 en el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), quien apoyó en la traducción, se realizó la presente entrevista.
La violencia, corrupción e impunidad son temas presentes en todo el mundo; desde su perspectiva y su experiencia, ¿el ser humano está en riesgo? ¿Cree usted que salvando a su circunstancia el ser humano se salva a sí mismo?
No soy un experto en estos temas; entonces, no podría hablar sobre la situación específica de México, así que daré una opinión profesional sobre estos temas.
En general, la crisis mundial resulta de fuertes y diversos cambios. Además que las diversas guerras y conflictos bélicos que actualmente se dan no son entre países, sino al interior de los mismos; son conflictos entre grupos diversos de un mismo país, lo cual también sucede entre los animales, hay una fuerte similitud en este sentido.
La empatía es fuerte entre miembros de un mismo grupo, pero no existe con miembros de otros grupos, esto mismo sucede entre los animales. Pero entre los seres humanos es peligroso, porque esta situación puede ser aprovechada por los líderes, quienes enfatizan estas diferencias y crean más división, cuando deberían de ser un puente entre los diferentes grupos o comunidades al mostrar respeto a los otros.
Los medios de comunicación deben mostrar que todos llevan una vida normal, esto facilitaría la empatía entre las comunidades.
¿En qué se asemeja la conducta de los animales a la de los seres humanos?
Es muy natural y tiene mucho sentido que los machos de la especie humana quieran ser poderosos, porque desde el punto de vista evolutivo tienen más posibilidad de reproducirse, de ahí su comportamiento de una constante búsqueda por el poder.
La característica principal del individuo poderoso debe ser la generosidad, que realmente apoye a la comunidad; poseer la capacidad de tolerancia, consolación, empatía, de conducir al grupo; en el caso de los primates es similar.
¿Por qué buscan el poder?
La motivación de poder en los seres humanos es la misma que entre los animales: tener más parejas sexuales, la posibilidad de reproducirse, de ahí los escándalos “amorosos” en los que están involucradas figuras con poder del medio artístico (por ejemplo Hollywood), de la política e incluso de la Iglesia.
¿También se reflejan en el número de seguidores que tienen?
Sí, un líder exitoso dura más tiempo en el poder cuando tiene más aceptación, más seguidores.
Safranski nos dice que “no hace falta recurrir al diablo para entender el mal. El mal pertenece al drama de la libertad humana. Es el precio de la libertad”. ¿Coincide usted con esta opinión?
Muchas veces tengo problemas para entender las preguntas de los filósofos, porque no suelen definir bien los términos, esto sucede con los conceptos de bien, mal y libertad.
Pienso que la libertad de decisiones también la tienen los animales. Si la pregunta se refiere al libre albedrío, diría que también lo tienen los animales porque ellos toman decisiones en todo momento, la diferencia estriba en preguntar: ¿Atrás de la libertad de los seres humanos hay un toque moral? No hay una distinción entre los animales y seres humanos en este tema.
Lo mismo sucede con el concepto de maldad, depende mucho de la moral, porque el matar a una persona puede ser visto como un acto de maldad, pero si esta persona está invadiendo mi país entonces el concepto cambia, todo depende del contexto. Depende de las definiciones de los términos.
Como seres humanos tenemos un pasado pacífico como nuestros hermanos de especies. Nuestros antepasados, durante la etapa de cazadores y recolectores eran muy pacíficos, tenían interacciones pacíficas con las comunidades vecinas, la guerra comenzó cuando el ser humano se volvió sedentario.
¿Entonces, sí es posible la paz?
Para vivir en un mundo de paz tenemos que ver cuáles son las condiciones del ser humano, porque no podemos cambiar su naturaleza; lo que sí está a nuestro alcance es enfatizar el comportamiento pacífico, cooperativo, y evitar lo contrario.
Se puede iniciar por reducir la diferencia económica, trabajar en la igualdad económica, esto llevaría a tener un comportamiento más pacífico y cooperativo, tendríamos menos problemas de violencia.
Hay gente que afirma que la naturaleza humana es violenta y agresiva, pero pienso que al mismo tiempo tenemos todo un paquete positivo que hacía que durante la etapa de cazadores-recolectores todo funcionara en balance entre las comunidades.
Entonces, podemos enfocarnos en enfatizar estas partes porque la naturaleza humana tiene estos dos elementos, pero debemos crear las condiciones que propicien más la cooperación, la empatía y la solidaridad.
Los conflictos bélicos que se suceden en el mundo muestran que esta parte violenta se sobrepone a la pacífica, ¿es correcto?
No veo que tengamos más violencia que compasión, claramente los medios de comunicación le dan un enfoque y difusión a la violencia porque es una problemática social, pero observo que existe una tendencia a la disminución de la violencia, es el deseo generalizado de millones de personas.
Ahora, la manera en que la gente ve al mundo animal es confusa, porque dice: “cómo, el león se comió una cebra, qué violencia”.
Es cierto que en la naturaleza hay violencia y muerte, pero vemos que al interior de las comunidades de animales prevalecen mecanismos para resolver el conflicto, para evitar agresiones más fuertes. Por ejemplo, los leones son animales muy pacíficos, sus grupos son pacíficos, la mayoría de su vida es pacífica.
¿Cómo sería la sociedad humana sin las religiones? ¿Sería mejor?
El apático, el agnóstico y el ateo dicen que la religión no existe. Pienso que la religión es importante dentro de las sociedades humanas, porque vemos que está presente en todos los tipos de sociedad que conocemos, de alguna forma u otra; entonces, desde el punto de vista de la biología, el humano la crea al igual que a los diferentes dioses porque lo ayuda a balancear sus comportamientos.
La religión es una manera que ha permitido que los seres humanos se reúnan y haya más vinculación entre ellos, por eso es importante pues genera vínculos entre las personas y en la comunidad.
Algunos científicos han intentado demostrar que Dios no existe, pero creo que su existencia está dada por la sociedad y su influencia depende del tamaño de ésta. Es decir, en las sociedades pequeñas, donde todos se conocen, tienden a creer en hechos sobrenaturales pero no tiene una visión moral, lo que sí sucede en las más grandes.
¿Qué lo motivó a estudiar la conducta de los animales y los primates?
Siempre tuve un interés especial por el comportamiento de los animales, me gustan. Esto me llevó a querer conocer más sobre ellos, me percaté que las explicaciones existentes decían que su comportamiento era instintivo y pensé que no era así, que era más complejo, por ello decidí dedicarme al estudio del comportamiento animal.
El estudio de los primates vino después.
¿Qué busca comprobar al estudiar el comportamiento animal?
Todo mi trabajo es una continuidad, quiero demostrar que entre el comportamiento animal y el humano hay similitudes, porque considero que el ser humano también es un animal.
Sin embargo, muchos académicos de diferentes disciplinas como la filosofía, antropología, psicología y otras, argumentan lo contrario y ven que hay diferencias entre los animales y el ser humano; entonces, con mi trabajo quiero demostrar que el comportamiento humano es una continuidad evolutiva del comportamiento de los animales.
Si no se hubiera dedicado al estudio del comportamiento animal, ¿qué otra profesión le hubiera gustado ejercer?
Me hubiera gustado dedicarme a las artes, soy un buen fotógrafo, pintor y en mis tiempos libres me gusta tocar el piano.
Antes de ingresar a la carrera de Biología pensé en ser pianista, pero me di cuenta que no tendría muchas oportunidades de trabajo.
¿Qué deporte le gusta mirar y cuál practicar?
Me gusta ver el futbol soccer, sigo por televisión torneos internacionales, así como el tenis; son deportes que he practicado. Mi club favorito es el Barcelona, me gustó mucho el equipo de hace cuatro o cinco años, cuando Messi estaba en su mejor momento, es un buen jugador, me encanta verlo. Por otra parte, me gustaría que la selección holandesa incrementara su nivel.
Disfruto cuando la Selección de México le gana a la de Estados Unidos, porque se demuestra que aunque este último tenga buenos jugadores a nivel individual, carecen del trabajo en equipo, es lo que deben aprender de los mexicanos.
Cuando veo partidos de futbol soccer prefiero los canales de habla hispana aunque no entiendo el idioma si entiendo mejor la dinámica, ya que los comentaristas norteamericanos no conocen mucho sobre el partido y hablan de otras cosas.
¿Cuál es su concepto del ser humano?
El ser humano es un primate muy inteligente, todos los animales tienen una característica especial y la característica especial del ser humano es el lenguaje, ésa es la gran diferencia.
Paola Cortés Pérez, Irma Villa Ortiz/Prensa UV