“Morena pasará de 400 millones a más de mil 500, mientras la UNAM tendrá un recorte de 400 millones” La cuarta transformación

Entusiasma saber que el gobernador Cuitláhuac García Jiménez inicia su gestión y cierra el año con una excelente noticia, la empresa Nestlé, de origen suizo, confirmó una inversión de 154 millones de dólares en Veracruz, lo que generará diez mil empleos directos e indirectos así como mano de obra para la construcción de sus instalaciones.

Y no es una coincidencia que llegue así una inversión a Veracruz, el gobernador Cuitláhuac García fue quien hizo las gestiones con anticipación y ese capital irá directo al municipio de Veracruz.

El presidente ejecutivo de Nestlé, Fausto Costa, declaró ante el presidente Andrés Manuel López Obrador que recibieron propuestas de otros países donde opera esa firma, pero la decisión fue a favor de México porque saben que el futuro está en nuestro país.

Además de la generación de empleos, esta millonaria inversión producirá un gran impulso a la producción de café, tal como lo ofreció Cuitláhuac García a los productores del grano durante su campaña política, en un evento que tuvo lugar en el municipio de Coatepec.

El gobernador veracruzano cumple con sus compromisos.

Primero, seguridad

El clamor es general, lo primero que debe hacer el nuevo gobierno es combatir la terrible inseguridad que venimos padeciendo los veracruzanos desde el gobierno de Fidel Herrera Beltrán. Y es que, como bien dicen, los veracruzanos no merecemos esto, urge recuperar las tranquilidad hasta para permanecer dentro de nuestros hogares porque al menor trueno o el paso de una patrulla con la sirena encendida, nos despertamos espantados esperando que siga lo peor, si es de día lo mismo. No tenemos momento ya de tranquilidad en ninguna parte.

Hemos cambiado nuestra forma de vida, ya no acudimos a los centros de recreo ni salimos de noche, hemos dejado de usar hasta reloj para no llamar la atención de los delincuentes, evitamos pasar por lugares solitarios; si por necesidad tenemos que caminar, la calle es un verdadero reto, ante la presencia de cualquier persona y más si es en grupo cruzamos a la acera del otro lado de la calle porque nos da miedo ser víctimas de un asalto, vamos en nuestro vehículo y si una moto se nos empareja, o una camioneta, a rogarle a Dios para que no se trate de un levantón o una ejecución… en fin, que por la inseguridad nuestra calidad de vida se ha desplomado.

Alienta saber lo que autoridades municipales de Huatusco informaron en el sentido de que unos 300 elementos de la Secretaría de Marina y Policía Federal se sumarán a la Guardia Nacional para combatir la criminalidad en esta región. Qué bueno que el gobierno federal ponga los ojos en Veracruz o que el nuevo gobierno pida refuerzos y se los manden.

Según fuentes oficiales, en Huatusco permanecerá el cuartel de operaciones de las fuerzas armadas. La Policía Municipal de Huatusco, al mando de Manuel Chacón López y elementos de la Sedena, montaron retenes de revisión de vehículos en Huatusco, Totutla y otros puntos estratégicos.

Los militares y policías realizaron revisiones aleatorias de vehículos para descartar la presencia de grupos delictivos. Esa región del centro del estado se ha convertido en una de las más peligrosas de Veracruz.

Por otro lado, ayer en Xalapa comenzamos a notar la presencia de la Policía Municipal; al parecer se trata de los elementos, no sabemos si 200 o 300 como se pretende, pero ya andan a pie por las calles brindando seguridad a los xalapeños. Esfuerzos como estos son de aplaudirse.

Juanelo, el despiadado criminal

El tema se nos dificulta abordarlo por razones naturales, a quien sacrificaron era mi cuñado, hermano de mi esposa. Guillermo Pozos trabajó con Fidel Herrera Beltrán y éste le tenía un gran reconocimiento como profesionista, trabajador y gente de bien. Cuando concluyó el sexenio de Fidel, Guillermo se quedó sin empleo, Duarte no le quiso dar trabajo (no era corrupto como los suyos) y acudió a Fidel quien tomó el teléfono y le marcó a Roberto Pérez Moreno. Fidel le “ordenó” que nombrara a Guillermo como su tesorero y Juanelo, que le debía todo lo que era, aceptó de inmediato. Después nos enteramos que esa instrucción echó momentáneamente por tierra los planes del asesino coatepecano pues ya había invitado a uno de sus cómplices a que ocupara la tesorería.

La relación entre Guillermo y Juanelo fue pésima desde el principio; uno (Memo), ordenado, meticuloso y honrado, y el otro, alcohólico, irresponsable y corrupto. En diversas ocasiones Juanelo ordenó vía telefónica a Guillermo que fuera a tal o cual cantina a pagar sus consumos, lo que al entonces Tesorero molestaba porque el alcalde disponía de los recursos municipales para sus parrandas y, luego, a “tapar” esos huecos para que las cuentas cuadraran. En fin, una relación ríspida y con amenazas de por medio de parte de Juanelo por la resistencia que ponía el Tesorero al desorden.

De esto fueron testigos los miembros del cabildo, las amenazas las escucharon solo que por miedo al delincuente, cuando los miembros de la Procuraduría los interrogaron para saber si entre Juanelo y su Tesorero había problemas, los cobardes no se atrevieron a señalarlos y se volvieron cómplices.

Hubo una gota que derramó el vaso y que fue el desfalco millonario de recursos de Subsemun (recursos federales) que el Tesorero descubrió y de inmediato dio parte a las autoridades correspondientes, lo que hizo que Juanelo decidiera quitar de su camino al ingeniero Guillermo Pozos Rivera, de la brutal forma como lo hizo con la complicidad de sicarios de sus confianzas, tal como lo declararon los policías detenidos, quienes también participaron en el crimen y que incriminaron directamente a Roberto Pérez Moreno como autor intelectual del crimen.

Y tan fue responsable que el Congreso le retiró el fuero y huyó. Más tarde la Procuraduría giró orden de aprehensión pero Juanelo ya estaba fuera del país. Y como no le pusieron la debida atención al caso ni Luis Ángel Bravo Contreras y menos Jorge Winckler, a quien pedimos su intervención en el caso pues Juanelo vivía en la ciudad de México, por la zona de Polanco, un tiempo trabajó en el CEN del PRI y los fines de semana se paseaba tranquilamente por Coatepec, porque aunque tuviera orden de aprehensión nadie se ocupaba del caso, Winckler andaba cumpliendo con las venganzas de su jefe Miguel Ángel Yunes Linares y lo demás no le interesaba.

Hoy sale a los medios de comunicación este criminal a decir:
“Me robaron casi cuatro años de mi vida”, me exoneró un Juez, al tiempo que anunció que denunciará al exfiscal Luis Ángel Bravo Contreras, al exgobernador Javier Duarte de Ochoa, así como a los sucesores de estos funcionarios, el fiscal Jorge Winckler Ortiz y el exgobernador Miguel Ángel Yunes Linares, además del exmagistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia, Alberto Sosa y su sucesor Edel Humberto Álvarez Peña.

Cuánto cinismo de este criminal, qué forma de burlar la justicia, esa que se compra con unos cuantos pesos. El señor Roberto Pérez Moreno no solo destruyó la vida de una valiosa persona, no, destruyó la de toda una familia que nunca va a recuperar la paz interior, que a diario recuerda que Guillermo fue brutalmente asesinado por haber cometido el error de ser honesto.

Reflexión

¿Y si en vez de invertir en cien universidades (patito) y de recortar el presupuesto de las establecidas, muchas de gran prestigio como la UNAM, se apoya a estas que llevan años de funcionar y de dar al país los cuadros de profesionales que se requieren?  Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com/columnistas