El proyecto final de la Ley Orgánica de la Universidad Veracruzana (UV) debe reflejar claramente los principios fundamentales de su constitucionalidad, a fin de obtener la correcta interpretación jurídica y la justa ponderación de sus normas, con base en la sustancia de los principios inalienables que la conforman, señalaron los investigadores María Isabel Arredondo Icardo y César Amando Cruz Espino, al hablar de “La Ley Orgánica vista desde la academia”.
Adscritos al Centro de Estudios sobre Derecho, Globalización y Seguridad (Cedegs) de la UV, los investigadores coincidieron en calificar como esencial “rejuvenecer la formación de la Ley Orgánica, incluyendo sus estatutos, sustentada en la teoría de principios y valores, y no sólo determinada por reglas”.
Arredondo Icardo opinó que la oportunidad coyuntural de la autonomía universitaria presupone diversas propuestas de revisión de la Ley Orgánica, así como de la sustitución de una o varias de sus normas “sin que para ello se tenga que modificar necesariamente su estructura, lo que deriva de otro tipo de exigencias como la respuesta adecuada al número creciente de estudiantes que exigen un lugar en las aulas, ya sea para su formación profesional o para satisfacer el interés natural por el saber”.
Se pronunció también porque la democratización y modernización de los estudios universitarios “sean la base más sólida para la creación de una sociedad tolerante, libre y responsable frente a los momentos aciagos por los que atraviesa la guarda de derechos humanos en nuestro país”.
A su vez, Cruz Espino propuso que “los derechos humanos continúen siendo la guía esencial y el barómetro del beneplácito de la buena gobernanza, donde el desarrollo científico, la formación profesional y la extensión de la cultura, representen las funciones básicas para hacer frente a los múltiples retos sociales y económicos por venir”.
Por último, ambos investigadores externaron su confianza firme de que el proyecto final de la Ley Orgánica de la UV pueda ser un prototipo universitario nacional, en tanto el proceso de democratización y competencia manifiesta ahora a través del Consejo Universitario General, previa consulta a la comunidad universitaria, asegura tal aspiración.
José Luis Couttolenc Soto /Prensa UV