Desde el Enfoque a la Salud Basado en Derechos Humanos (ESBDH) asumido por la Organización Mundial de la Salud se reconoce que las políticas y los programas de salud pueden, paradójicamente, atentar contra la salud y los derechos humanos de las personas. En México, un ejemplo de ello es la formación de médicos generales y especialistas en las unidades de atención médica en las que los estudiantes realizan prácticas clínicas con pacientes.

Según los datos más recientes (2016), en el Sistema Nacional de Salud (SNS) laboran un total de 156,374 médicos generales y especialistas en contacto directo con los pacientes, de los cuales 52,953 (34%) son estudiantes de medicina de pregrado (internos o pasantes) o posgrado (residentes). De acuerdo con la normatividad que rige la estancia de los estudiantes de medicina en las unidades médicas, éstos tienen que cumplir con un promedio de 80 horas a la semana realizando prácticas clínicas supervisadas en jornadas de hasta 32 horas continuas. Así, y en estas condiciones, los estudiantes de medicina son quienes dan alrededor de 50% de la atención médica en el SNS.

Por otra parte, la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) en la Recomendación General 15, de 2009 sobre el derecho a la protección de la salud señala a la insuficiente supervisión de los residentes y pasantes como una de las causas más frecuentes de las 11,854 (2000-2009) quejas recibidas de pacientes o sus familiares sobre la atención médica otorgada por en instituciones del SNS. Cabe resaltar que la CNDH ha hecho recomendaciones por más de 20 años para que supervisen a los estudiantes de medicina. La recomendación más reciente es del 14 de noviembre de 2018, dirigida a uno de los institutos nacionales de salud, por la falta de competencias diagnósticas y terapéuticas de cinco médicos residentes que atendieron sin supervisión a una mujer en trabajo de parto, con consecuencias graves a la salud de la madre y su hija.

La situación de los estudiantes de medicina en el SNS es conflictiva, están como estudiantes y trabajadores, lo que además de favorecer su explotación, maltrato y desgaste profesional, atenta contra el derecho a la salud de los mexicanos. En el caso de los médicos residentes, que son médicos generales titulados que realizan estudios de posgrado como estudiantes de una especialidad médica, queda claro que son estudiantes. Según  la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN)  los médicos residentes al cursar un posgrado en una especialidad médica en un hospital público tienen una relación jurídica con éste de estudiantes becados no de trabajadores, por lo que hay inaplicabilidad de los artículos 353B, 353F y 353H de la Ley Federal del Trabajo  (ejecutoria del 11 de diciembre de 2015).

Ahora que se publica el  Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-001-SSA3-2018, Educación en salud, para la organización y funcionamiento de residencias médicas en establecimientos para la atención médica[1]  hay que tener presente la ejecutoria de la SCJN al respecto. Lo primero que llama la atención del referido proyecto es que sin justificación alguna se cambie el nombre de “residente” por el de “personal que cursa una Residencia Médica”, “personal que realiza una residencia” o “personal residente”. También se releva la denominación de la “Unidad Médica Receptora de Residentes” por la de “Unidad Médica o Instalación Receptora de Residentes”.  En este sentido, se utiliza un lenguaje diferente al de la ejecutoria. Tal perece que a partir de su entrada en vigor ya no habrá “médicos residentes en unidades médicas receptoras de residentes”, habrá “personal que cursa una residencia en una unidad médica o instalación receptora de residentes”. La  trascendencia jurídica  de estos cambios puede ser significativa. Pero, más  que esto, en el referido proyecto se mantiene la ambigüedad de los residentes como trabajadores y estudiantes para justificar su explotación.

México tiene el compromiso de respetar, proteger y cumplir los derechos humanos. El SNS  debe reconocer a  los médicos residentes como estudiantes para avanzar  en armonía con el espíritu de la CNDH, de la SCJN y de la esperanza de justicia que hay actualmente en México.

[1] El Proyecto de Norma Oficial Mexicana PROY-NOM-001-SSA3-2018, Educación en salud, para la organización y funcionamiento de residencias médicas en establecimientos para la atención médica se publicó en el DOF el día 31 de octubre de 2018 a partir de los cuales se tienen 60 días naturales para presentar comentarios por escrito.

Por el doctor Francisco Domingo Vázquez Martínez

Médico cirujano y Dr en Pedagogía por la UNAM