Es hasta ocioso preguntar qué pasa en Veracruz cuando para donde miremos siguen las ejecuciones, los feminicidios, los secuestros, y el nuevo gobierno al parecer no tiene un plan de seguridad para contrarrestar esta pandemia que ya lleva años instalada en la entidad.

En los primeros diez días de Cuitláhuac García como gobernador se cometieron más de veinte ejecuciones y al menos seis feminicidios. Entre estos el de una menor que fue violada y apuñalada en Zozocolco. La joven fue llevada a un hospital donde la dieron de alta al conque de que las heridas no ponían en riesgo su vida, pero falleció horas después.

Destacan también por su crueldad las muertes de tres jóvenes procedentes de la Ciudad de México que fueron a vacacionar al sur de la entidad. Lo último que se supo de ellos es que se hospedaron en un hotel de Acayucan y ahí les perdieron el rastro. El pasado viernes fueron encontrados desmembrados, dentro de bolsas de plástico y en el interior de la batea de una camioneta abandonada.

En estos diez días un comando armado atacó el vehículo donde viajaban unos migrantes guatemaltecos, con saldo de una mujer muerta y cuatro heridos entre ellos un menor de edad. Se sospecha que los atacantes fueron elementos de la SSP lo cual no sería nada raro.

¿Y qué hacen las autoridades?

Hasta ahorita nada.

Los policías estatales tienen un nuevo mando en la persona de Hugo Gutiérrez Maldonado que viene de Nuevo León y apenas se está encanchando, pero debe darse prisa si no quiere verse rebasado incluso por sus mismos subordinados.

El Fiscal Jorge Winckler anda en lo suyo; tratando de que no lo corran. Qué rayos va a tener cabeza para ocuparse de feminicidios, ejecutados y desmembrados. De hecho, en dos años nunca la tuvo para otra cosa que no fuera para quedar bien con su protector Miguel Ángel Yunes.

En diez días, decenas de trabajadores han sido despedidos nomás porque sí. Un botón de muestra son los 38 empleados de la Procuraduría del Medio Ambiente que fueron echados a la calle por su titular Sergio Rodríguez Cortés, un ex perredista proscrito que sabe de procuración ambiental lo que este servidor de trigonometría algebraica.

Y mientras miles de veracruzanos se truena los dedos pensando si comerán mañana, alcaldes como el de Coatzacoalcos, Víctor Manuel Carranza Rosaldo, se gastan anualmente 30 millones de pesos en publicidad, mientras su ciudad es rafagueada a diario por la violencia.

Veracruz sigue en los primeros cinco lugares en feminicidios, secuestros y robos. Está entre los primeros diez en ejecuciones. La percepción de inseguridad no ha bajado un ápice por lo que urge que alguien le pase estos datos al gobernador Cuitláhuac García.

Urge un plan que al menos inhiba a los delincuentes y brinde algo de seguridad a los veracruzanos.

Injusto sería exigirle al nuevo gobierno que en diez días acabe con todo lo malo que hay en la entidad; eso no es posible. Pero lo que saca de onda es que han sido diez días en que sigue la inseguridad, los crímenes, los abusos policiacos, los dispendios en los municipios, las extorsiones, los despidos y como consecuencia el desempleo. Igual que en tiempos de Miguel Ángel Yunes.

Tan es así que parece que no se ha ido.

bernardogup@nullhotmail.com