Miriam Barrales León, laboratorista clínica adscrita al Hospital General de Zona Número 11 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), comentó acerca de la aplicación de un nuevo reactivo que brinda mayor nitidez en las imágenes observadas a través de un microscopio que resultan de un examen general de orina.
Al ofrecer la ponencia “Nuevos avances en el examen general de orina”, que impartió a estudiantes de la Facultad de Bioanálisis de la Universidad Veracruzana (UV) con motivo del Día del Químico, dio a conocer que este método se denomina Colorante de Sternheimer Malbin, y está presente desde hace algunos años en algunos centros hospitalarios del estado de Veracruz.
Sin embargo, introducir un nuevo método o reactivo en una institución no es sencillo, pues siempre hay cuestiones burocráticas y de cotización económica que se consideran, pero son necesarios para dar un diagnóstico y resultado correcto al paciente.
Ante alumnos y académicos de esta institución, precisó que un examen general de orina es un estudio básico que junto con la biometría hemática completa y la química sanguínea, dan una perspectiva general de las condiciones de un enfermo.
En este caso, el área de uroanálisis no está exenta de una gestión de calidad y en particular el sedimento urinario, pues éste depende en gran medida del conocimiento y habilidad del analista, por lo que para su interpretación es necesario disponer de tiempo y de personal calificado.
La especialista resaltó que un químico clínico está comprometido a brindar un buen diagnóstico y apoyar en el tratamiento de un paciente.
“Es un avance el que la institución me permita reportar este tipo de morfología, pues como químicos debemos estar al pendiente de los resultados, los cuales muchas veces se pueden alterar por el consumo de antibióticos o de algunos otros fármacos.
”Este colorante brinda más nitidez en las imágenes y de esa forma podemos dar mayor énfasis en la morfología que observamos en las células.”
Subrayó que con la aplicación de ese reactivo se determina de qué parte del tracto urinario son las células reportadas, ya que anteriormente sólo se indicaban las de tipo epitelial, las cuales son las más comunes.
Es decir, contar con un colorante más eficaz permite observar si una célula viene directamente del riñón, de la pelvis renal o de otra parte de la anatomía del tracto urinario, quizá más profundo.
De lo contrario, existe la posibilidad de dar un diagnóstico de riesgo litogénico (posibilidad de cálculos renales), cuando lo que en realidad lo provoca es el consumo de medicamentos o sustancias que saturan la orina.
“Como los riñones se encargan de filtrar, algo pasa que altera el aspecto y contenido de la orina.”
El reactivo también es un gran avance en cuanto a la resistencia bacteriana, pues a través del microscopio ahora se observan morfologías que son factibles reportar y antes no era tan claro verlas.
Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV