Pobre Coatzacoalcos, se endeuda más y hasta le cortan la luz al Ayuntamiento. Alcalde le compite a Hipólito como el más inepto.
–Chopenjawer
Viaje relámpago al sur por cuestiones familiares. Me platican que la esposa del gobernador Yunes, Leticia Márquez, originaria de Minatitlán, inauguró un parque bonito, que según esto es ¿inclusivo?.
Dos días después, leo en esto que llaman Feisbuc que el parque ya se encuentra desmadrado, se robaron algunos juegos infantiles y pues… no duró ni dos días de inaugurado.
Xalapa: llega Andrés Manuel López Obrador a la capital veracruzana; vuelve a prometer, como si estuviese en campaña. Leo por ahí en el Tuiter: «Yo esperaba escuchar ya un «cómo lo voy hacer» y no de nuevo discurso de promesas».
La visita de AMLO emocionó a todos; llenó otra vez la Plaza Lerdo y es el único que quizás pueda presumir de que no necesita del tradicional acarreo. Tenía rato que no venía un presidente a Xalapa, porque casi siempre llegan a la zona conurbada Veracruz-Boca del Río o al Colegio Naval en Alvarado para las graduaciones.
De hecho Xalapa tiene su chiste para llegar, especialmente ahora que López Obrador ha decretado con palabra de tabasqueño necio que no usará aviones o helicópteros de la Fuerza Aérea o del Estado Mayor Presidencial (ya desaparecido en este sexenio). Lo anterior complica un poco la logística para el traslado del mandatario a la capital veracruzana para cuando quiera visitar al gober Cuitláhuac, porque el aeropuerto de El Lencero no tiene vuelos comerciales hacia la Ciudad de México; de hecho, por su ubicación y clima, tampoco es muy utilizado hasta por los gobernadores.
Del evento ya todos hablaron, pero lo feo del asunto es que al final –como siempre– las imágenes fueron el basurero que dejaron los asistentes al mitin. Tal vez lo anterior sea banal, pero no deja de ser una constante de lo que nos muestra como mexicanos, sobre todo cuando recientemente en el mundial de futbol, los japoneses dieron el ejemplo al planeta de cómo asistir a un evento masivo y limpiar el cochinero que se deja.
Lo anterior (quizás banal, insistimos) pero no deja de ser cultural. Y si de verdad queremos una mentada cuarta transformación verdadera, tal vez deberíamos empezar por las malas costumbres de nuestra sociedad.
Y no es sólo robar o ensuciar un parque o una plaza: acaban de abrir lo que fue la residencia oficial de Los Pinos al público como un museo y ya tuvo como noticia de ocho el robo que le hicieron de sus plantas de nochebuena; en otra imagen que rola por redes sociales, se aprecia a un par de chamacos trepándose a un cañón histórico.
Reiteramos, pueden ser cuestiones muy banales, muy simples, pero ahí radica el diablo: en los pequeños detalles que nos definen como mexicanos.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Bofetada de AMLO al Juarismo en Xalapa: vía Twitter ya decretó que la Plaza Lerdo se llama Regina Martínez. Quizás al presidente culto le ganó el sentimentalismo y se le olvidó lo que Sebastián Lerdo de Tejada representa para la historia de México como uno de los colaboradores más leales de su héroe y ejemplo a seguir: Benito Juárez.
OTRA NOTA: El académico alcalde de Xalapa la vuelve a regar: da la bienvenida a López Obrador a la capital veracruzana «tal como hizo en 1988», pero al parecer al xochimilca se le olvida que en el 88 quien llegó a la Plaza Lerdo fue Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano como candidato presidencial y durante mucho tiempo ostentó el récord de más asistentes a un mitin. En ese entonces, AMLO andaba por Tabasco, todavía militaba en el PRI y ni siquiera figuraba en Veracruz. De a tiro Hipólito.