El proyecto del gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO) va dirigido a la reconstrucción del presidencialismo absoluto, advirtió Alberto Olvera Rivera, integrante del Instituto de Investigaciones Histórico-Sociales (IIH-S) de la Universidad Veracruzana (UV), al participar en la mesa redonda “La militarización de la Seguridad Pública”.
El evento se llevó a cabo la tarde del miércoles 28 de noviembre en el IIH-S, con la participación de Jairo Antonio López Pacheco, profesor-investigador de la Universidad Autónoma de Zacatecas; Carlos Flores, investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Sociales (CIESAS) Unidad Golfo, y Víctor Andrade Guevara, investigador del IIH-S.
Olvera Rivera comentó que el proyecto de gobierno encabezado por AMLO es la reconstrucción del presidencialismo absoluto y su justificación política es en dos sentidos: una es la pragmática, pensar que no hay otra opción porque el Estado mexicano está desecho y la solución es re-centralizarlo para imponer un nuevo orden.
La segunda justificación es la moral, “AMLO sí es un hombre moralmente sólido a diferencia del resto de los presidentes, entonces se piensa que si el presidente es recto todo en automático se recompone, pero los políticos convocados a gobernar son políticos reciclados con diversas causas y acusaciones de corrupción”.
En materia militar y de seguridad pública, el investigador señaló que el recién nombrado secretario de la Defensa Nacional, Luis C. Sandoval, ya fue comandante militar en varias plazas del país, entre ellas Coahuila, Tamaulipas y Guerrero, lo que indica que ha sido operador territorial de la política implantada desde Felipe Calderón Hinojosa.
“Si analizamos estrictamente lo que pasó cuando fue jefe militar en esas zonas, encontramos que hubo muchas acusaciones por violaciones a los derechos humanos.”
Por lo tanto, indicó que estamos en una situación complicada en la que los ciudadanos tendrán un papel relevante, así que recomendó estar atentos a los procesos que se avecinan y tener una concepción crítica no para destruir el proyecto de gobierno sino para mejorarlo, de lo contrario el país vivirá una situación peor que la actual.
Con respecto al Plan Nacional de Paz y Seguridad del gobierno federal entrante, Jairo López destacó que no es el inicio de la militarización del país, sino la continuidad de una política que se ha impuesto en las últimas dos décadas.
“Vivimos en un proceso de militarización desde los años noventa y ha venido en aumento; tampoco es un programa de desmilitarización sino la continuidad de una política que se impuso desde hace dos décadas, con la diferencia de que es una política de centralización de la seguridad pública que no pudieron lograr Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.”
Resaltó que el punto a favor es que el plan, conformado por ocho puntos, busca la pacificación, lo que debe reconocerse, pero le resta responsabilidad a las fuerzas armadas y militares en casos de violación ocurridos en los últimos 12 años.
En tanto, Víctor Andrade dijo que la policía no se ha hecho responsable de garantizar la seguridad ciudadana sino cuidar que no se altere el orden público (disolver aquellos movimientos sociales que desestabilicen políticamente al país y al Estado).
“Lo cierto es que le dejan una policía desmantelada y corrupta, pero el ejército no está preparado para resolver la situación de inseguridad y violencia, vemos que se han elevado los índices de violencia, homicidios y fosas clandestinas.”
Por último, Carlos Flores mencionó que el punto grave es que a las fuerzas militares se les pretende condonar todo tipo de responsabilidad en los casos de violación a los derechos humanos.
“La inseguridad que hay en el país no es un problema derivado sólo del tráfico de drogas sino de violencia armada, ya que se ha desvanecido el Estado de derecho funcional, aunque en realidad nunca estuvo tan sólido.”