Ya a principios de este mes, el diputado local José Manuel Pozos Castro, presidente de la mesa directiva de la LXV Legislatura del estado, tuvo que apechugar una penosa situación con Cuitláhuac García Jiménez por tratar de acercarle al gobernador electo personajes que no le son gratos al próximo mandatario veracruzano.
Según trascendió, cuando Pozos estaba por asumir funciones en el Congreso local, invitó a desayunar a su domicilio particular al futuro Jefe del Poder Ejecutivo. Sólo que a esa misma hora había citado también al reelecto diputado local del PAN por Pánuco, Rodrigo García Escalante, el cual iba acompañado de su padre, el ex contralor duartista Ricardo García Guzmán, con quien el legislador tuxpeño coincidió en el régimen del ex gobernador Miguel Alemán Velasco (1998-2004).
Cuentan que cuando en el trayecto Cuitláhuac se enteró de la presencia de García Guzmán y de su hijo, le llamó vía telefónica a su anfitrión para suspender el desayuno. Pozos, entonces, le dijo que no se preocupara, que en ese mismo instante le iba a decir al ex contralor de Alemán y de Javier Duarte que se retirara junto con su hijo, los cuales todavía aguardaban en el interior de su vehículo aparcado a prudente distancia de la casa del legislador porteño.
Pese a esta vergonzosa experiencia, Pozos se ha visto implicado ahora en otro presunto caso de tráfico de influencias.
Este jueves circuló en las redes sociales un video en el que supuestos empleados del Instituto de Protección Auxiliar le manifiestan al gobernador electo de MORENA su preocupación acerca de la posible incorporación a su gabinete de algunos funcionarios del IPAX que dirige Mario Marín Zamora, con el cual coincidieron también Pozos y García Guzmán en la administración alemanista. En ese sexenio, Marín se desempeñó como jefe de la Policía Judicial del Estado al lado del procurador Pericles Namorado Urrutia, un desaparecido jurista, oriundo de Tuxpan, con el que igualmente tuvo una estrecha relación el ahora diputado local de MORENA.
Mencionan que Fernando Alcántara Coronel, actual jefe de la Oficina de Adquisiciones del IPAX, “se perfila en la nueva administración como titular del Órgano de Control” de dicho Instituto “para evitar investigaciones a las millonarias licitaciones arregladas con amigos y familiares así como adquisiciones directas a precios inflados.”
Al gobernador electo le piden abrir una investigación a este funcionario, al cual señalan de ser cómplice del gerente de Administración, Néstor José Flores Muro, hijo del gerente de Supervisión y Control, Marcos Antonio Flores Flores, compadre del comisionado del IPAX, Mario Marín, al cual acaba de involucrar en un grave problema personal con el periodista Cecilio García Cruz, quien fue amenazado de muerte por el explosivo funcionario yunista aunque luego éste se vio obligado a pedirle disculpas cuando el caso escaló a nivel nacional en medios digitales como el de Joaquín López Dóriga, con quien el comunicador nativo de Tempoal mantiene una añeja amistad desde su paso por Televisa y luego como jefe de prensa del entonces gobernador Agustín Acosta Lagunes (1980-1986).
A Flores Muro, quien supuestamente sería perfilado para ocupar un puesto en la Secretaría de Finanzas y Planeación en el próximo régimen de MORENA con el presumible apoyo de José Manuel Pozos del Ángel –hijo del diputado Pozos Castro que es señalado de haber cobrado como “aviador” durante dos años en el IPAX y el cual habría sido propuesto para la Subsecretaría de Administración de la Sefiplan sin contar con el perfil adecuado–, se le responsabiliza de que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) le congelara las cuentas al Instituto de Protección Auxiliar por un adeudo de 300 millones de pesos que proviene desde la gestión duartista.