Fue el pasado lunes 26 de noviembre en el Centro de Alta Especialidad “Dr. Rafael Lucio”, antes llamado Centro de Especialidades Médicas (CEM) de Xalapa, un nosocomio que fue promovido, gestionado y construido por el gobernador Fernando Gutiérrez Barrios, en el número 2903 de la Avenida Ruiz Cortines de la Colonia Magisterial en Xalapa.
Hasta el hospital llegó el gobernador electo Cuitláhuac García Jiménez, solo, tranquilo, discreto, sin aspavientos, sin equipo de seguridad o si acaso con un equipo que no se hizo notar. Entró a las instalaciones en las que ya un médico lo esperaba y con él, visitó a una amistad ahí internada y convivió con ella una media hora.
En la habitación 3008 de este mismo centro médico, la ex vocera de Javier Duarte de Ochoa, María Gina Domínguez Colío, recluida en el Penal de Pacho Viejo, era atendida por afectaciones en su salud.
La noticia de que el mandatario veracruzano electo, del Movimiento de Regeneración Nacional, estaba ahí, llegó a oídos de una familiar o amiga de Gina, quien por iniciativa propia lo fue a buscar a la puerta de la cama que Cuitláhuac García Jiménez visitaba.
Al salir, lo abordó, se presentó y le pidió que visitara a Gina Domínguez Colío. Cuitláhuac dijo que sí, dio un paso, pero vaciló. No quiso ser descortés, pero pensó quizá en las implicaciones políticas.
Al notar su titubeo, el médico que lo acompañaba le ayudó a salir del trance. —Mire, señora, el gobernador acaba de visitar a un paciente de riesgo, con cuidados especiales y no es conveniente que visite a otra persona. Y así, sin más, con la ayuda del galeno, Cuitláhuac logró escabullirse del compromiso de saludar a quien fue acusada por la Fiscalía General del Estado de Miguel Ángel Yunes Linares de los presuntos delitos de incumplimiento de un deber legal, omisión, coalición y desvío de recursos.
Quizá políticamente no convendría que se hubiera dado ese encuentro, sobre todo cuando, según fuentes consultadas, el proceso legal de Gina Domínguez está cerrando ciclo y será otro más de los casos de acusaciones que se le caerían a la Fiscalía General del Estado de Jorge Winckler Ortiz, quien, con sed de venganza, habría armado expedientes hechizos para acusar a ex funcionarios duartistas.
En los días por venir y sobre todo con el inicio del nuevo gobierno, se podría ver de qué manera la Fiscalía del “fiscal carnal” manipuló la justicia con un interés mediático al servicio del mandatario que el 30 de noviembre concluye su periodo de dos años.
Gina Domínguez recibe atención médica en el citado hospital público; quienes conocen de cerca su caso comentan que en cuestión de días podría salir del penal ubicado en el municipio de Coatepec, en el que la ex vocera de Javier Duarte fue recluida desde mayo de 2017.
Jaime Téllez y sus escoltas
Sin duda ofendido porque alguien le insinuó que podría andar en malas compañías, el titular de Seguridad Pública, Jaime Téllez Marie, dijo en su comparecencia ante los diputados que si tuviera nexos con la delincuencia, estaría en la cárcel.
No necesariamente. Hay mucho bandido que anda suelto y él debe saberlo muy bien.
Agregó que ha recibido amenazas y por sí o por no usará escolta una vez que deje la titularidad de la SSP.
Los escoltas pueden auxiliarlo en caso de un ataque, pero se verán impedidos si algún juez gira una orden de aprehensión contra don Jaime. @luisromero85