No es por desearles el mal, pero por lo que hasta ahora se percibe, todo parece apuntar que el bienio del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares puede terminar igual o peor de trágico que el desastroso sexenio del priista Javier Duarte de Ochoa, su antecesor.
Y es que aparte de las irregularidades administrativas que han comenzado a trascender en el jaloneado proceso de entrega-recepción, este miércoles y jueves fueron exhibidas dos situaciones graves que han puesto en serios aprietos tanto al Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, como al Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio.
El primer caso tiene que ver con el sorpresivo hallazgo, el sábado 17 anterior, del cadáver del verdadero “Richy”, a quien hace un par de semanas la FGE le había adjudicado el artero crimen de la joven universitaria Valeria Cruz Medel, hija de la diputada federal de Minatitlán, Carmen Medel Palma, de MORENA, la cual fue ejecutada por una supuesta “confusión” mientras se ejercitaba en un gimnasio de Ciudad Mendoza. Según la versión oficial, el presunto sicario había aparecido muerto horas después en el interior de una camioneta Mazda.
Sin embargo, el cuerpo inerte del “Richy” acaba de ser plenamente identificado este miércoles 21 por su madre, quien acudió a reconocerlo y reclamarlo a la Fiscalía Regional de Nogales. El presunto homicida fue ultimado en un paraje del municipio de Maltrata. Con este sorpresivo giro, la hipótesis inicial de la Fiscalía General se vino abajo. Todavía el gobernador Yunes reiteró al tercer día del homicidio que a “esta conclusión se llega después de la identificación de este individuo a través de un retrato hablado, certificado por dos testigos presenciales, también por los dictámenes periciales de balística que acreditan que la pistola que se encontró en la camioneta Mazda, en la cual apareció asesinado este individuo, es la misma pistola con la que se disparó en contra de la joven esa mañana en el gimnasio de Ciudad Mendoza.”
Pero aparte de este grave desliz de Winckler, el Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres, acaba de ser exhibido con la filtración a un diario capitalino de una conversación telefónica grabada que sostuvo con el litigante Rodolfo Reus Medina, abogado del ex secretario de Finanzas y Planeación, Mauricio Audirac, quien le pide “muestras de amor” para el ex funcionario duartista actualmente preso en Pacho Viejo como retribución a que les firmó una declaración donde vincula a otras personas, entre ellas al ex gobernador Javier Duarte.
Antes de este audio, fue filtrada también a principios de este mes otra conversación grabada que el mismo abogado Reus Medina sostuvo con el fiscal Torres Zamudio en defensa del ex secretario de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez Zurita.
En esta charla, sucedida a finales de septiembre pasado, escasas horas después de que Torres Zamudio fuera ratificado como Fiscal Anticorrupción en una turbulenta sesión del Congreso local, el abogado de Bermúdez explica en el audio que los acuerdos reparatorios entre su cliente y el gobierno de Veracruz incluían la entrega de bienes por un total de 170 millones de pesos para garantizar el presunto daño patrimonial al erario del estado.
Si todo ha sido legal, ¿por qué entonces Yunes Linares se enfurece cuando los reporteros le preguntan si no hubo acuerdos bajo la mesa con los ex funcionarios duartistas?
Pero si eso lo irrita, ¿cómo estará ahora con el giro que dio el caso de la hija de la diputada Medel?