De acuerdo con la ley toda institución pública es inembargable. ¿Qué quiere decir esto? Que bajo ningún concepto o circunstancia, autoridad alguna puede ordenar su embargo, subasta, venta, remate o enajenación.
Pero eso ha de ser en Groenlandia, porque en este país, concretamente en Veracruz, esa ordenanza importa un pito y dos cornetas.
Resulta que las instalaciones del Instituto Tecnológico Superior de Zongolica en Tepetitlanapa, serán rematadas para dar respuesta a una demanda interpuesta por un particular.
El Tec fue embargado en favor de la trabajadora Alicia Vázquez Ibáñez mediante una diligencia fechada el 18 de junio del 2015, cuando Javier Duarte gobernaba la entidad y el director del Tecnológico era Miguel Ángel de la Torre Loranca.
Se infiere que la trabajadora fue despedida de manera injustificada, entabló una demanda que las autoridades de la institución se pasaron por el forro pero que terminó por estallarles en la cara.
Por lo anterior, el Tecnológico de Zongolica, que tiene una existencia de 16 años y ha sido la tabla de salvación de miles de jóvenes de condición humilde, será rematado el próximo 10 de diciembre a las 11:00 horas por la cantidad de 14 millones 480 mil pesos.
Es evidente que la defensa del caso fue encargada a un atarantado que conoce de leyes lo que este servidor de trigonometría algebraica y a quien los abogados de la demandante hicieron trizas.
Pero, ¿acaso el juez de la causa desconoce que toda escuela pública es inembargable? Porque si a sabiendas de lo anterior ordenó la ejecución del embargo y el remate del inmueble, entonces estaría cometiendo un delito.
Todo lo anterior puso en movimiento a los alumnos del Tec que desconocían las broncas de su escuela, pues ni la directora del plantel, Lidia Mezhua Campos (que tiene un año en la institución), ni el alcalde Juan Carlos Mezhua los pusieron al tanto.
Desesperados, piden ayuda al gobernador electo Cuitláhuac García, a los Congresos local y federal, a las organizaciones civiles y a la opinión pública para que acudan en auxilio de su alma mater.
En una carta abierta señalan: “Sabemos que mucho ha costado hacer llegar una institución educativa de nivel superior a la sierra de Zongolica desde el año 2002, siendo ya 16 años de trabajo de este plantel educativo, logrando muchos profesionistas en las carreras de ingeniería y que su aportación social y profesional a la sociedad donde el valor cultural y profesional no se calcula ni se imagina, para que por irresponsabilidad de unos cuantos hoy se pierda”.
Hace diez años conocí el plantel y lo recorrí acompañado de una maestra: “Como puede darse cuenta, esta zona es pobre y las oportunidades de trabajo son escasas. Gracias a este Tecnológico, el mundo de ensancha para los jóvenes de esta región que ven en él una oportunidad de crecer como personas en lugar de enrolarse en cosas malas” me dijo con orgullo.
Si en efecto se va a cometer la barbaridad de rematarlo, quien ordenó el embargo, el remate y quienes están detrás de esta mayúscula gandallez, no saben en la que se están metiendo.
Quitar su escuela a unos jóvenes que sólo quieren estudiar va más allá de toda proporción.
Por lo pronto, se van a movilizar, pero la movilización no quedará sólo en Zongolica, es casi seguro que repercutirá en todo el estado porque lo que están haciendo con ellos y su plantel es una bajeza ilegal, injusta, arbitraria y condenable por donde se le mire.
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