Changzhou, China.- Las nuevas generaciones lideran las principales áreas de China y marcan las reglas del mercado. Un ejemplo de ello es la creciente demanda por el consumo de nuez pecana, principalmente entre los jóvenes, que al no ser satisfecha con la producción local motiva a este país a buscar opciones allende sus fronteras y abre oportunidades –académicas y de negocios– para México.
Es en tal coyuntura que los participantes del Curso Cultura y Negocios en China, impulsado por el Centro de Estudios China Veracruz (Cechiver) de la Universidad Veracruzana (UV), visitaron el lunes 22 de octubre la Jiangsu Bi Gengyuan Family Farm Co., Ltd., empresa en la que convergen la agricultura, la ciencia y la tecnología, y cuyo producto estrella es el citado fruto seco, específicamente la variedad de cáscara delgada.
Los universitarios fueron recibidos por Chao Yang, CEO de la compañía; Wu Zhihua y Sha Zhiping, decano e investigador especial del Jiangsu Belt and Road Institute, y He Yaping, experta en el cultivo de esta nuez y gerente general de la granja fundada en septiembre de 2009, ubicada en el distrito de Xinbei de esta ciudad.
Gracias a los conocimientos de He, a que la compañía ha realizado diversas investigaciones in situ –cuenta con 11 especialistas con formación técnica y científica– y a las alianzas establecidas con la Jiangsu, Academy of Forestry –sede de investigación y desarrollo de la Provincial Academy of Forestry–, sólo necesitan un lustro para conseguir la producción que a otros países, como Estados Unidos, les lleva 15 años.
Los conocimientos obtenidos les permiten, además, tener árboles que con poca altura dan buenos frutos, lo cual es favorable para optimizar el territorio disponible para la siembra. Otro aspecto importante es que la distribución de los frutos en la planta es piramidal, con más nueces en la base y menos hacia la copa.
A la Jiangsu Bi Gengyuan Family Farm le interesa establecer alianzas con la academia y la iniciativa privada de México, país de origen de la nuez pecana de cáscara delgada y donde se poseen grandes ventajas en términos de recursos de germoplasma y técnicas de cultivo, por lo que podría cooperar con China en la exportación y producción de ésta y otras variedades.
El país del centro lleva poco más de 100 años de haber introducido el cultivo de la nuez, en contraste con los saberes ancestrales que de éste existen en el nuestro; en consecuencia, establecer vínculos enriquecería el conocimiento que en la actualidad poseen. También propiciaría un intercambio en términos de capacitación y transferencia de tecnología, así como de cooperación comercial inmediata.
Como ya se citó, en China cada vez hay más consumidores de nuez pecana de cáscara delgada. En este país el consumo de frutos secos es tradicional y popular, mas las preferencias están cambiando.
Las generaciones mayores –hay más de 230 millones de personas que superan los 60 años– consumen semillas de girasol tostadas (sutilmente saladas o dulces), pistaches y nueces de la India, entre otros. Estos frutos, sobre todo los primeros, pueden encontrarse en los puestos callejeros de venta de frutas o en comercios establecidos (en estos últimos sellados al vacío).
Pero los jóvenes quieren otras opciones y la nuez pecana de cáscara delgada es una de sus preferidas, al relacionarla con el bienestar dadas sus propiedades nutricionales y su forma: por su relieve y textura, similar a la de un cerebro, la vinculan como un alimento que puede fortalecer tal parte del cuerpo humano.
A ello se suma que están dispuestos a pagar el precio que sea por ella y sus derivados, como el aceite, siempre y cuando tengan calidad. Las diferencias de consumo con las generaciones que los anteceden también incluyen la forma de adquirirlos, ya que en China los jóvenes pagan y compran todo mediante sus teléfonos móviles, aplicaciones y plataformas digitales de e-commerce, como Alibaba.
No obstante, la producción local y las importaciones que provienen de países como Australia y Estados Unidos son insuficientes para satisfacer la demanda por la nuez y en promedio sólo permitiría que cada habitante consuma 40 gramos al año, y la meta es que esta cifra llegue a 300 (se estima que la densidad de población media en China es de 145 habitantes por kilómetro cuadrado).
Para los interesados en el tema, se puede establecer contacto con el investigador Wu Zhihua al correo wuzhiahua@nullnjue.edu.cn, o bien con Chao Yang, CEO de la Jiangsu Bi Gengyuan Family Farm, al teléfono +86 13817536575.
Susana Castillo Lagos/Prensa UV