La esperanza de los vendedores instalados en las inmediaciones de los panteones de la ciudad, así como de los músicos y limpiadores de tumbas está puesta en los días sábado y domingo, porque este viernes 02 de Noviembre, llamado «El Día Grande» llovió y la mercancía se les quedó.
Aun cuando la mañana amaneció despejada, para las 10:00 horas, los cielos fueron envueltos por nubarrones color gris y minutos después se soltó la lluvia que no dio tregua.
Los vendedores y vendedoras de flores de Cempasúchil, nube, mano de león, así como de coronas, cruces, veladoras y hasta de los músicos y limpiadores de tumbas en las inmediaciones de los panteones se taparon como pudieron con plásticos y cartones, porque habían salido de sus casas sin suéteres y chamarras.
Para la tarde de este viernes, los montones de flores en los puestos estaban casi completos, porque la gente que visita las tumbas de los panteones casi no asistió por la lluvia.
La venta se aflojó tanto, que empezaron a vender los rollos de flores de Cempasúchil en 10 pesos, para que saliera y no se les quedara.
Aunque en la mañana daban el rollo de flores en 15 y 20 pesos, para en la tarde, lo bajaron a la mitad, porque la idea era que mejor venderla a que se les echará a perder con el agua.
«Nos fue mal. Si se estaba vendiendo, pero la lluvia no nos dejo seguir con el negocio, y nos queda mucha flor por vender. La gente si estaba llegando, pero luego vimos que dejaron de venir.
Nos trajeron la flor, la compramos en la central de abasto» expuso Lizbeth Flores.
Verónica Huerta/Avc