Universidades de España, Portugal, Estados Unidos, Japón y México abrieron las puertas de algunos de sus laboratorios de investigación para recibir en estancias académicas –que fluctúan entre los tres y 12 meses de duración– a nueve estudiantes y una egresada del Doctorado en Investigaciones Cerebrales que ofrece el Centro de Investigaciones Cerebrales (Cice) de la Universidad Veracruzana (UV).

“Una oportunidad que les permitirá a nuestros alumnos complementar su proceso de aprendizaje y enriquecer su trabajo de investigación, pero también sentar un precedente para dar continuidad a su ejercicio como investigadores una vez que culminen sus estudios de posgrado”, señaló Elena Hernández Aguilar, coordinadora del doctorado.

Experiencias académicas en cinco países diferentes

Omar Cruz Magos y Daniela Monge Reyna (esta última recientemente egresada del Doctorado en Investigaciones Cerebrales) se incorporaron a la Universidad de Texas de San Antonio (UTSA), en Estados Unidos (EEUU), para trabajar bajo la asesoría del especialista en neurociencia computacional, Fidel Santamaría, y dar continuidad al proyecto de investigación sobre autismo que, de manera conjunta, desarrolla este investigador con Jorge Manzo Denes, coordinador del Cice.

En la misma universidad, pero en el laboratorio de la experta en epilepsia, células madre y neurogénesis, Jenny Hsieh, se encuentra trabajando Juan Antonio Pérez Rodríguez, quien también desarrolla una línea de investigación sobre autismo enfocada en la búsqueda de nuevos tratamientos que ayuden a mejorar la calidad de vida de quien presenta este trastorno neurológico.

Por su parte, la estudiante Karina Velasco Guzmán participa en un estudio a gran escala que intenta descifrar cómo se transmite el riesgo de esquizofrenia y trastorno bipolar, así como la manera en que el ambiente y la genética influyen en la estructura y función del cerebro. Para ello, cuenta con la guía de Godfrey Pearlson, director del Centro de Investigación en Neuropsiquiatría del Instituto Olín, del Instituto de la Vida, en el Hospital Hartford, en EEUU, espacio en el que Karina realiza su estancia.

Jimena Sánchez Rodríguez trabaja de la mano de Dolores Vázquez Sanromán en el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad Estatal de Oklahoma, en donde tiene la oportunidad de hacer investigación en torno a la adicción a opioides en la adolescencia, en un modelo animal.

En la Universidad de Tsukuba, considerada como una de las mejores instituciones de educación superior de Japón, se encuentra el estudiante Manuel Saldaña Salgado, cuya tesis de doctorado está centrada en el estudio de ciertas sustancias (inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina) usadas en tratamientos del trastorno de ansiedad.

A nivel nacional, la estudiante Mariana Jiménez Buendía se incorporó al Departamento de Fisiología, Biofísica y Neurociencias del Centro de Investigaciones y Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, bajo la tutela de María Eugenia Mendoza Garrido, con quien realiza estudios sobre migración celular durante la metástasis del cáncer de próstata.

Entre quienes recientemente concluyeron su estancia se encuentra Lizbeth Vásquez Celaya, quien trabajó con Marta Miquel Salgado-Araujo en su laboratorio de la Universitat Jaume I, de España, estudiando los efectos que tiene el consumo repetido de cocaína en funciones específicas del cerebelo.

Fabiola Pérez Soto realizó una estancia en el Instituto de Investigación en Ciencias de la Vida y la Salud de la Universidad de Minho, en Portugal, en donde trabajó al lado de Fátima Baltazar.

Y finalmente, Rafael Gutiérrez Pérez asistió al Instituto de Neurociencias de la Universidad de Guadalajara, de la mano de Miguel Ángel Guevara Pérez y Marisela Hernández González, donde realizó estudios relacionados con el aprendizaje de la conducta motora.

Para la realización de dichas estancias, los estudiantes solicitaron las becas mixtas que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología otorga a quienes cursan un posgrado inscrito en el Programa Nacional de Posgrados de Calidad, como es el caso del Doctorado en Investigaciones Cerebrales. Además, algunos de los alumnos pudieron beneficiarse de los apoyos derivados de la colaboración interinstitucional que el Cice mantiene a nivel nacional e internacional.

 

UV/Elizabeth Vázquez