Los familiares de los desaparecidos se enfrentan a la indiferencia de la sociedad y a funcionarios públicos insensibles que solo ven un número de expediente pero no a un ser humano, lamentó el señor Pedro Mávil, padre de la joven desaparecida Gemma Mávil.
Al tomar la palabra al concluir el foro “Representaciones de los desaparecidos”, en el marco del Festival Internacional de Fotografía Periodística y Documental Mirar Distinto, expuso que es difícil hacer que la sociedad piense como el padre o la madre de un desaparecido pues “nadie está preparado para llevar a cuestas esta dolorosa carga” que les ha desgraciado la vida.
Dijo que en este país se vive una crisis humanitaria muy grave y donde el pensamiento estriba en “no preocuparme por el dolor de las familias mientras eso no suceda en la mía”.
Peor aún, continuó, es enfrentarse a la revictimización y sensibilizar a los encargados de impartir justicia y hacerles entender que en el caso de los desaparecidos su trabajo es realizar una acción humanitaria y no únicamente un ordenamiento jurídico.
Agregó que para los funcionarios públicos cada persona desaparecida es un número de expediente y no un ser humano con nombre y apellido: “Historias van y vienen pero nos preguntamos ¿hasta cuándo tendremos la verdad de lo que pasó?”.
Pedro Mávil manifestó que los gobiernos necesitan funcionarios “que les duela” el dolor ajeno y un mejor sistema jurídico que no dé garantías a los delincuentes por encima de las propias víctimas.
Tras señalar “Dios mío dame fuerzas para salir adelante”, dijo que se avanzaría si los funcionarios se tocaran el corazón y reconocieran que las víctimas de este delito merecen respeto pues su lucha es para saber el paradero de sus familiares pues es difícil llevar todos los días cargando un “viacrucis de piedra”.
Por su parte la madre de un desaparecido comentó brevemente que como mujer se siente violentada en sus derechos por la forma en como los tratan las autoridades.
Puso de ejemplo que cuando tienen alguna reunión con funcionarios del gobierno estatal o federal, van cargados de energía y de esperanza, sin embargo regresan con “un peso enorme y tristeza”.
“Nuestra búsqueda inicia cuando desaparece (un ser querido) y encontrarlos nos impulsa a seguir de pie”.
Avc