La postura del titular de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), Salvador Cienfuegos, de legalizar la producción y uso de amapola con fines medicinales es congruente, al ser los soldados quienes enfrentaron una lucha contra el narcotráfico que no logró los resultados esperados, coincidieron integrantes del Programa Universitario de Bioética de la UNAM.
El coordinador del proyecto de investigación Bioética Pragmática, Ricardo Noguera Solano, consideró atinado el planteamiento del secretario de la Defensa Nacional de que esta medida, ayudaría a mejorar la seguridad.
Me parece bien que haya salido esa postura de las Fuerzas Armadas, quien ha sido la que se ha encargado de resolver el problema de una manera que no ha sido nada afortunada”, dijo Noguera.
El investigador de la UNAM expresó que la legalización no será la solución inmediata al problema de seguridad, pero sí mejorará las condiciones en el estado de Guerrero, ubicado como principal productor.
“Probablemente no resuelva todos los problemas de violencia, pero creo que puede ser un buen inicio, sobre todo para abrir una posibilidad de paz y de tranquilidad en la región de Guerrero”, comentó.
En tanto, el director de la Facultad de Filosofía y Letras, Jorge Linares Salgado, señaló que la legalización de la producción de amapola permitirá que los productores tengan acuerdos con farmacéuticas y no al narcotráfico, sentando las bases para cerrar el mercado ilícito.
El integrante del programa universitario, destacó que la medida no tiene que verse como la apertura a las adicciones, sino en el cumplimiento al acceso de medicamentos paliativos.
No se trata de legalizarla como una droga, sino de una reclasificación de la sustancia de la amapola, no como una droga prohibida, sino como una sustancia farmacéutica controlada”, enfatizó.
Con información de Excélsior