Para atenuar políticamente el primer golpecito que el Órgano de Fiscalización Superior le asestó a la administración del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares al presentar oficialmente este lunes 1 de octubre el Informe General Ejecutivo del Resultado de la Fiscalización Superior de la Cuenta Pública 2017 –el cual reportó un presunto daño patrimonial a la hacienda pública estatal por 338 millones de pesos correspondiente al primer año de la mini administración yunista, detectado en tres dependencias del Poder Ejecutivo, 11 entidades y dos fideicomisos–, el diputado Juan Manuel de Unanue, del PAN, presidente de la Comisión de Vigilancia del Congreso local, tuvo la ocurrencia de justificar este presunto daño patrimonial argumentando que no es comparable al del año anterior, el último del ex gobernador Javier Duarte, donde el desvío fue de 13 mil millones de pesos.
De acuerdo a la lógica de este diputado incondicional de Yunes Linares, ahora se estaría “robando poquito”, como solía decir el famoso ex alcalde de San Blas, Nayarit, Hilario Ramírez Villanueva, mejor conocido como “Layín”, quien se volvió tan popular que en 2017 contendió como candidato independiente a la gubernatura nayarita pese a que la Auditoría Superior del Estado lo acusó penalmente por un desfalco de 12 millones de pesos.
¿Acaso los veracruzanos no merecemos tener gobernantes y servidores públicos “honestos, honestos, honestos”, como remarcaba el austero ex presidente de la República y ex gobernador de Veracruz, don Adolfo Ruiz Cortines?
Pero, además, la honestidad de un funcionario no debe circunscribirse sólo a “no meterle mano al cajón”, como se dice coloquialmente, sino que también tendría que extenderse a su capacidad y compromiso para servir con eficacia. Otro ex mandatario priista, Miguel de la Madrid Hurtado, el del sexenio de la “Renovación Moral”, pregonó por ejemplo que “la ineptitud también es otra forma de corrupción”.
La cínica declaración del diputado yunista es una muestra más de la pérdida del sentido común del grupo en el poder, el cual está hecho bolas tras el derrumbe de su escenario sucesorio, pues hasta antes de la elección de julio pasado estaban muy seguros de que continuarían gobernando por lo menos hasta el año 2024.
Sin embargo, la inesperada derrota ha generado aparentes fisuras en el equipo de gobierno y grupo de aliados de Yunes Linares. Un caso es el de Joaquín Guzmán Avilés, el hombre fuerte de la región de Tantoyuca, quien presumiblemente se fue por la libre y renunció como secretario de Desarrollo Agropecuario, Rural y Pesca para buscar la presidencia del Comité Directivo Estatal del PAN. Coincidentemente, en contraste con Pepe Mancha Alarcón, quien pretende reelegirse como presidente del CDE del blanquiazul –el cual ha sido muy cuestionado por los contratos que le asignó el senador Julen Rementería en la SIOP, cuyo hijo, el diputado Bingen Rementería, es miembro de la Comisión de Vigilancia de la LXIV Legislatura local–, el ex alcalde y ex diputado huasteco salió “raspado” como titular de la Sedarpa en la Cuenta Pública 2017.
Guzmán Avilés, quien renunció este lunes, tendrá que justificar o reembolsar 500 mil pesos que se entregaron a la Unión Ganadera Regional de la Zona Centro del Estado de Veracruz, y que según el ORFIS no han sido debidamente comprobados. Pero, además, en el caso del Fideicomiso Veracruzano de Fomento Agropecuario (FIVERFAP), administrado por la SEDARPA, está pendiente de justificar el pago de 38 millones 28 mil pesos que supuestamente fueron entregados a productores y asociaciones campesinas del estado.
Lo surrealista y paradójico es que tras la renuncia de Joaquín Guzmán, el gobernador Yunes decidió nombrar como titular de esta secretaría de despacho a William Charbel Kuri Ceja, quien venía desempeñándose con Guzmán Avilés como titular de la Unidad Administrativa de la SEDARPA, por lo que estaría implicado directamente en las irregularidades detectadas por el ORFIS en la Cuenta Pública 2017.
¿Rebelión en la granja?
Por cierto, aparte de que Joaquín Guzmán Avilés parece habérsele salido del huacal, llamó también la atención que un grupo de diputados del PAN saliera a defender abiertamente la llamada “Ley Antimemes”, no obstante que su líder y jefe político, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, había anunciado a través de su cuenta de Twitter que vetaría la polémica ley propuesta por el diputado José Kirsch Sánchez, “toda vez que se considera inconstitucional por violentar la libertad de expresión de los veracruzanos”, según remarcó el mandatario veracruzano.
¿A poco ya se está dando la rebelión en la granja? Y eso que todavía faltan 58 días para que el gobierno yunista baje el telón.
Padre Suazo: bodas de plata
El que va a estar de manteles largos es el presbítero José Manuel Suazo Reyes, vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, quien el próximo lunes 8 de octubre celebrará en grande sus bodas de plata sacerdotales, los primeros 25 años de haberse consagrado al servicio de Dios.
Ese día, el presbiterio xalapeño concelebrará en la Casa de la Iglesia, anexa al Seminario Mayor de San Bruno, una misa de acción de gracias por el ordenamiento sacerdotal del padre Suazo, quien actualmente viene realizando en la Arquidiócesis capitalina un extraordinario trabajo pastoral en materia de comunicación social, sin descuidar su labor evangelizadora en su parroquia de la colonia Progreso-Macuiltépetl.
Felicidades a este buen hombre de Dios.
Caballero, despreocupado
Al que se le vio este martes en Xalapa muy quitado de la pena y disfrutando de unos sabrosos pulpos en un famoso restaurante de comida española fue al ex alcalde priista de Coatzacoalcos, Joaquín Caballero Rosiñol, quien por la forma en que se los paladeaba se ve que no le preocupan gran cosa las 41 observaciones que el Órgano de Fiscalización Superior (ORFIS) le acaba de hacer al último año de ejercicio fiscal de su administración municipal, en el que el máximo órgano fiscalizador del estado detectó un presunto daño patrimonial de más de 142 millones de pesos.
¿Será que la aparente actitud valemadrista del ex alcalde sureño se debe a que este presumible desfalco que le imputan resultaría una bicoca comparada con los miles de millones de pesos que desvió su ex jefe político actualmente preso, el ex gobernador Javier Duarte de Ochoa, quien acaba de ser sentenciado a purgar sólo 9 años de prisión y al pago de una multa de 58 mil pesitos?
¡Cuánta desvergüenza!