El próximo 29 de septiembre, dentro del programa Sábados en la Ciencia, iniciativa de la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) y la Universidad Veracruzana (UV), en el Museo de Antropología de Xalapa (MAX) se realizará el taller “Un micromundo a tu alrededor”.

Este taller está integrado por distintas etapas, en primer lugar una charla donde se explica qué son los microorganismos y cómo convivimos con ellos, así como las ventajas y desventajas de esa relación con este micromundo que está con nosotros todo el tiempo, explicó Rossana Zepeda Hernández, académica del Centro de Investigaciones Biomédicas (CIB) de la UV.

En la charla se hablará sobre bacterias, parásitos y virus, cómo convivimos con ellos y nos hacen más propensos a las enfermedades o generan un deterioro en la salud.

“Se hablará también de los beneficios que existen cuando convivimos con ellos como la microbiota, que nos ayuda a estar saludables, o cómo hemos aprovechado a estos microorganismos para diferentes aplicaciones como en la industria de los alimentos y la producción de vacunas, antibióticos, biorremediación de cuerpos de agua y hasta cerveza”, explicó.

La dinámica está pensada para niños entre los cinco y 12 años, aunque generalmente asisten de todas las edades y entre los temas que se tratarán están las medidas de prevención, los mitos que existen en torno a los microorganismos y algunas medidas higiénicas que pueden protegernos.

Otro de los temas que se abordarán es la importancia de la vacunación, “porque hace falta información y la intención es platicar a los niños para que compartan con sus familiares por qué es importante la prevención, todo ello en un lenguaje accesible y sencillo”, destacó Zepeda Hernández.

Después de la charla habrá una identificación de parásitos y bacterias con la ayuda de un microscopio, “a los niños les impacta mucho cómo a través de un simple instrumento pueden ver algo que no está a simple vista y cómo en un laboratorio pueden observar este micromundo”, explicó Claudia Juárez Portilla, también investigadora del CIB.

En la tercera parte se realiza una actividad de modelado de una bacteria, con el propósito de reforzar lo visto a través del microscopio.

La sesión a realizarse en el MAX cuenta con el apoyo de un equipo de académicos de distintas entidades como el Instituto de Ciencias de la Salud, del Instituto de Neuroetología y de la Facultad de Química Farmacéutica Biológica (QFB).

Asimismo, colaboran estudiantes del Doctorado en Ciencias Biomédicas, del Doctorado en Neuroetología y estudiantes de la licenciatura en QFB como parte de una asignatura en parasitología.

“Los niños trabajan muy bien, tienen mucho interés y en general son muy ordenados, es muy gratificante para nosotros y es una de las actividades que más nos gustan de nuestro trabajo, solemos participar en talleres y los llevamos también a las escuelas”, señaló Rossana Zepeda.

“Afortunadamente nuestro grupo, que involucra a más de 20 personas, está consolidado en ese sentido y acudimos a los llamados y nos podemos organizar adecuadamente para el trabajo”, precisó Juárez Portilla.

Las investigadoras mencionaron que se ha logrado el apoyo con materiales por parte de los institutos donde laboran, por parte de la Dirección de Comunicación de la Ciencia y el Consejo Veracruzano de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico (Coveicydet).

En la realización del taller colaboran como instructores los investigadores Gabriel Guillén Ruiz, Jonathan Cueto Escobedo, Tania Molina Jiménez, Mónica Flores Muñoz, Óscar López Franco, Francisco García Orduña y los estudiantes Yumey Bonastre Meléndez, Diana Itzel Del Moral Huerta; y como parte del staff, el investigador visitante Prakash Thangavel y los estudiantes César Amador Mendoza Calles, Rodrigo Hipólito Lara, Ana Karen Castellón Severo y Sandra Martínez Trujillo, del grupo de parasitología de la Facultad de QFB.

La esencia de este taller radica en encaminar vocaciones y mostrar que la ciencia no es aburrida, difícil sino que hay todo un mundo por descubrir cuando estudiamos la ciencia, comentaron ambas investigadoras.

David Sandoval Rodríguez/Prensa UV