En la reciente presentación de Xóchitl Arbesú Lago, como la próxima titular de Turismo en Veracruz, para la administración de Cuitláhuac García Jiménez, los ánimos estubieron a tope; gracias a un discurso lleno de emoción, de un conocimiento de la historia y el contexto cultural de la entidad, de frases tan inspiradoras como la que Arbesú utilizó para cerrar su discurso: «Veracruz retomará su verdadero lugar en la historia». De lograrse lo dicho, el estado tendría el tan anhelado desarrollo turístico que por décadas perdió. Pero nunca se tocó el tema de la seguridad.
La próxima Secretaria de Turismo mencionó el factor de la infraestructura carretera, dijo que se buscará conectar por aire a Veracruz con todo el país; que se cuidarán los recursos naturales con un desarrollo turístico sustentable, equilibrando la actividad turística regional, para reposicionar la entidad. De manera más específica se puso como ejemplo a la Cumbre Tajín y las prácticas de salvaguarda de la cultura Totonaca que de ese honorable proyecto han derivado, y Arbesú afirmó que se replicarán esos mecanismos en el sur del estado con una Cumbre Olmeca, ojala que pueda mantenerse y no sea aquel intento que se experimentó en el gobierno alemanista.
Por lo que pudimos escuchar en el primer discurso de Xóchitl Arbesú subida en el templete del gobernador electo, hay un gran interés por poner hasta el frente de la oferta turística estatal nuestras raíces, la cultura veracruzana y sus expresiones, los recursos naturales y notamos una sensibilidad basada en la visión del turismo como una herramienta de reconciliación social. Pero ¿cómo lograr todo ello sin la certeza de un estado seguro?
Hace apenas un año, en la revista Forbes, se publicó un análisis sobre el impacto de la creciente inseguridad en el sector turístico nacional. Igualmente, por aquellos meses de septiembre y octubre, la Organización Mundial de Turismo, a través de Carlos Vogeler uno de sus secretarios ejecutivos, dijo que el verdadero reto del turismo en México es la percepción de inseguridad que prevalece en muchos de sus destinos, y en ese esquema vivimos las y los veracruzanos, y no vemos cómo o cuándo eso vaya a parar; tampoco sabemos quién se encargará de las agendas de la seguridad pública en el próximo gabinete estatal, a diferencia del gabinete nacional de donde seguramente se establecerá orden en las regiones que merecen mayor atención, como es el caso de Veracruz.
A lo mejor se trate meramente de percepción, pero también sería una ofensa de parte de un servidor asegurar tal cosa, incluso sería una burla para la gran cantidad de ciudadanos y ciudadanas, incluyendo turistas, que han sido víctimas de grupos delictivos y las fallidas estrategias en materia de seguridad. Extraña mucho que no se haya mencionado, todavía, el factor de la seguridad pública en el desarrollo turístico, esperemos que no sea porque no tienen listo un diagnóstico necesario sobre ello y las estrategias se enfoquen, primeramente, a bajar esa dichosa percepción de inseguridad que tanto ha jodido a la sociedad.
¿Y qué se hará con tanto jaloneo entre grupos de hoteleros? Porque hablando de una reconciliación social, hay que empezar por los de casa, poner orden y tener la habilidad política para hacer que todos jalen parejo por el bien de todos, que todos ganen y convenga estar unidos, no divididos. Hay quienes ya se pronunciaron sobre la designación de Arbesú, como el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Región Cultura y Aventura, Marcos Suárez Domínguez; él dice que se trata de una imposición, que les hubiera gustado ser consultados y tomados en cuenta, hay que recordar que ese grupo quería que fuera titular de turismo estatal quien hoy se encarga del turismo en Xalapa, Luis Eduardo Ros el de el chile gigante. Suárez también dice que el próximo gobierno empieza con el pie izquierdo porque no se está dando apertura en la toma de decisiones. Lo que en el fondo debe molestar a los empresarios es que no se trata de una emcumbrada empresaria de los hoteles, o posiblemente les moleste que en la próxima secretaria de turismo se asoma una posibilidad de meter orden en el sector, trabajar con una visión de desarrollo integral, más allá de hacerse de unos pesos para mantener el negocio y los empleados; ahora resulta que como ya ganó MORENA hay que hacer lo que la gente diga, pues si, pero tampoco es como para diseñar el gabinete enterito, la única herramienta legal que tenemos como ciudadanía par algo parecido es el voto y la ciudadanía escogió a Cuitláhuac y ahora que se ponga a trabajar. Pasa como cuando presentaron al próximo secretario de gobierno, Erick Cisneros, pocos le conocían y ahora todo mundo anda buscando la selfie con él.
Lo que preocupa, de verdad, lo que no podrá dejar fluir las más dulces y amorosas estrategias de izquierda progresista es la inseguridad; además que si hay buen vínculo entre gobierno y sociedad, incluyendo a los dueños de hoteles, cadenas, hostales, campamentos, todos. Así como se cacarea la mentada transformación del país a través de un nuevo gobierno, hay que empezar a transformar nuestros prejuicios como ciudadanía, como iniciativa privada. No se espanten, no se pandeen, hay que chingarle parejo, Veracruz es más que lo que se haga en un sexenio, más que las siglas de un partido, más que las estrellas que tenga un hotel.