Ahora los campesinos, armados con una lámpara y una credencial, tratarán de luchar contra delincuentes
Martínez de la Torre, Ver.- Con pequeños grupos de campesinos, todos armados con “potentes” lámparas de luz led (recargables), una credencial y una playera “oficial”, el Gobierno Municipal que encabeza el alcalde José de la Torre Sánchez buscará combatir a los grupos delictivos, que en los últimos meses han sembrado el terror en las colonias y comunidades de Martínez de la Torre, en las que ya es común que se registren balaceras, robos, asesinatos, secuestros y extorsiones.
En un acto que se llevó a cabo la tarde de ayer viernes -a las seis de la tarde- en el interior del palacio municipal, el alcalde y los miembros de la comuna, así como mandos policiacos, hicieron entrega de los respectivos “kits” a los comuneros que serán parte del “cuerpo de seguridad” de cada una de las 37 comunidades que conforman Martínez de la Torre, un municipio en donde la delincuencia ha sobrepasado cualquier estrategia de combate, aplicada por el Gobierno Municipal, Estatal y Federal.
Ahora, los campesinos tendrán que ayudar a combatir el delito en sus respectivas áreas residenciales, pues ni la compra de nuevas patrullas, ni la aplicación de esos “sorprendentes” operativos que anunció el alcalde, mismos que están coordinados entre Policía Preventiva, Seguridad Pública y Ejército, ha servido para frenar a los miembros de la delincuencia; al contrario, hoy Martínez de la Torre es uno de los municipios más inseguros de Veracruz.
Lo que sigue, es esperar a que las “potentes” lámparas, las credenciales y las playeras sirvan para que los habitantes de la zona rural puedan ahuyentar a los integrantes de esos grupos delictivos, que con armas de alto poder y vehículos robados se han burlado de los cuerpos de seguridad, que aseguran estar trabajando diariamente para que la ciudad esté tranquila, pero que hasta hoy simplemente no dan resultados de ningún tipo, pues es preciso señalar hasta los “raterillos” más insignificantes se les escapan. Los pocos que han pisado la cárcel han sido detenidos por ciudadanos.
Gilberto Viveros