Anežka Charvátová, académica de la Universidad de Carolina, en Praga, República Checa, expresó que la traducción también es literatura, durante la primera sesión del curso-taller Traducción y Literatura de la Cátedra Interamericana “Carlos Fuentes”.
Al evento, que se realizó el lunes 27 de agosto en la sala de usos múltiples “Dra. María Magdalena Hernández Alarcón” del Centro de Autoacceso de la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI), asistió la rectora de la Universidad Veracruzana (UV), Sara Ladrón de Guevara.
Anežka Charvátová habló sobre el oficio, lo que deben considerar los traductores actuales y la importancia del buen dominio de los idiomas para la traducción. Dijo que para traducir la prosa y la narrativa se debe conocer y amar la literatura.
Comentó que el traductor tiene que ser humilde, disciplinado y no mejorar el texto, esto lo hacen muchos escritores que se dedican a traducir, como Jorge Luis Borges. “Cuando traducía seguía siendo Borges, seguía escribiendo como Borges, sus traducciones son más Borges que sus textos originales.
”Para un traductor es mejor no escribir, tiene que manejar bien su idioma y del que traducirá, tener en la cabeza una gran biblioteca (para manejar los varios registros del lenguaje), haber leído mucho en su idioma, y especialmente mantener el registro y estilo del autor.”
Subrayó que un traductor siempre tiene que tratar de mantener la forma y estilo del autor, para ello debe usar y conocer bien las reglas gramaticales y sintácticas, conocer y leer bien los idiomas, moverse en muchos ambientes, escuchar cómo se habla en todos los ámbitos, apuntar frases, pues todo esto resulta muy útil para el oficio.
“Un traductor encerrado en una torre de marfil no sirve, porque la literatura moderna en general es oral –muy a menudo–, entonces conocer sólo lo literario resulta poco para el trabajo.”
Mencionó que se trata de una profesión por vocación y por placer ya que es mal remunerada y, por lo mismo, recomendó escoger un autor con el que se sientan más cercanos.
Ante la pregunta, ¿un escritor puede ser un buen traductor?, Anežka Charvátová dijo que en lo general los escritores no suelen traducir bien, porque tienen una personalidad demasiado fuerte, su estilo es tan pronunciado que influye en lo que traduce.
La traducción es un poco arte y oficio, es decir, se puede aprender y también es un talento con el que se nace; hay cosas que se pueden aprender, pero hay finezas que sólo se saben y se aplican gracias a experiencias de la vida.
“La traducción me permite descubrir mundos nuevos, es aventura. Traducir literatura me permite conocer muchas culturas”, expresó.
Anežka Charvátová es docente en el Instituto de Traductología en la Universidad de Carolina de Praga, donde da clases de Historia de la Traducción, Literatura Hispanoamericana y Española, de Práctica Editorial y Traducción.
A lo largo de su carrera profesional ha trabajado como editora en tres casas editoriales dedicadas a la difusión en checo de las obras de numerosos escritores españoles e hispanoamericanos.
Como traductora se ha enfocado particularmente en la traducción de obras de la literatura hispanoamericana, que es su gran pasión; también lo hace del francés y del italiano.
Paola Cortés/Prensa UV