Los universitarios trabajaron en el periodo intersemestral que abarcó del 3 de junio al 31 de julio en una empresa que cuenta con varias filiales en América Latina y está dedicada a hacer traducciones al español de software, documentos y una diversidad de productos.
Sahar Jahzeel y Miguel Leonardo Jiménez además convivieron con jóvenes de China, Inglaterra y Portugal, lo cual les permitió conocer sus experiencias de vida y compartir las propias como estudiantes mexicanos.
Roque Zaret comentó que la experiencia permite darse una idea de cómo será el campo laboral, “creo que eso es lo que más impacto tiene, aquí nos preparamos para hacer proyectos de software, pero llegar a una empresa y sumarse a un proyecto para clientes reales es muy bueno porque todo lo que aprendes se conecta con la realidad”.
Dijo que significa también una experiencia de vida que implica “llegar a vivir a un país que no conoces, con una cultura distinta que va desde la comida hasta los modismos que tienen, lo cual es muy enriquecedor”.
Algunos de los retos que enfrentó al principio fue el desconocimiento de algunas herramientas tecnológicas, pero se solucionó gracias al apoyo de la empresa y el uso de sus manuales.
El proyecto real al que se incorporaron consiste en un sistema para resolver las necesidades de los project managers, quienes deben atender grandes cantidades de información; los jóvenes deben revisar si se ajusta a lo que hacen, los lenguajes que se traducen y si corresponden a la plataforma correcta.
Este sistema recolecta tareas que los clientes describen en un portal y las filtra de acuerdo a reglas que ellos configuran; el sistema toma algunas de estas acciones y, si es aceptada la tarea, entonces se crea en el sistema de manejo del cliente.
“Llevar un buen historial académico fue una de las características que me ayudó mucho en esto”, afirmó el universitario, “al trabajar en la empresa toda la responsabilidad es tuya, a diferencia de las clases”.
El ambiente de trabajo también fue ideal porque “la empresa es bastante relajada, si cumples en lo que esperan no están vigilando si ya llegaste, para mí fue una buena experiencia porque sabes que tienes que hacer el trabajo pero sin tanta presión de arriba”.
En su familia recibieron con mucho gusto la noticia del viaje, su madre le recalcó que debía irse y aprovechar la experiencia, por lo cual agradeció su apoyo desde el principio, al igual que de sus amigos.
“Aquí nos preparan bastante bien para enfrentar estos retos y también cosas como mantener un historial académico bueno; asimismo, involucrarte en actividades extra ayuda a desarrollar competencias necesarias para el ambiente laboral”, apuntó Sahar Roque.
Por su parte, Miguel Leonardo definió su experiencia como “una magnífica oportunidad que nos ofrecieron los maestros y la empresa, fue un gran reto trasladarse a otro país y cambiar de cultura, llegar a adaptarte y trabajar en un proyecto real, ya que aquí trabajamos en proyectos pero no hay riesgo, allá teníamos que afrontar la problemática de que algo podía fallar y tener repercusiones, pero dimos lo mejor de nosotros y aplicamos la experiencia que nos han dado los profesores”.
Consideró que su principal reto fue la adaptación a un área de trabajo, pues “fue la primera experiencia laboral seria para nosotros: poder cumplir con sus expectativas y tener buenos resultados”.
Por otro lado, recordó que Barcelona “es muy bonita y pudimos conocer varias culturas porque es un lugar que reúne a personas de todo el mundo”.
El joven destacó que, además de la experiencia, esto significa sumar puntos en su currículm, que en un campo laboral tan competitivo es fundamental para tener buenas opciones.
Es posible que se base en esta experiencia para su trabajo recepcional porque ha visto que el acceso a Internet, principalmente desde las aplicaciones, es un tema con mucho potencial y futuro en el que existen interesantes posibilidades de empleo.
Dio un consejo a los estudiantes interesados: “Dedicarle tiempo a la escuela, llevar un horario establecido, no dejar las cosas para después, seguir estudiando fuera del aula y repasar, tratando de mejorar constantemente”.
Sahar Roque recordó que “a los empleadores les pareció que teníamos ideas frescas, quedaron contentos con lo que realizamos y contamos con el apoyo de una persona del departamento de desarrollo, nosotros proponíamos ideas y platicábamos lo que íbamos a hacer, ésa fue una de las razones por las que pudimos llevar el sistema con éxito”.
Estudiantes seleccionados reciben ofertas laborales
Ángel Juan Sánchez García, académico de la licenciatura y coordinador de Prácticas Profesionales, expresó: “Buscamos que dentro de la currícula, en el sexto semestre los estudiantes cursen la experiencia educativa (EE) Prácticas Profesionales de Ingeniería de Software. A diferencia del servicio social, tiene el propósito de dotar de una experiencia de vinculación con empresas realizando actividades propias de su disciplina y la finalidad es que cumplan con 200 horas como mínimo”.
Al día de hoy suman dos generaciones que han cursado las prácticas profesionales y ello ha sido posible a través de la vinculación porque “cada uno tiene un lugar asignado fuera de la Facultad, ya sea en una dependencia de la UV, como la Dirección General de Tecnología de Información (DGTI) o el Laboratorio Nacional de Informática Avanzada (Lania) y en empresas privadas, donde ponen en práctica sus conocimientos”.
El desarrollo de software es un área con alta demanda y una de las empresas se acercó a la Facultad con el propósito de atender esta necesidad, ello permitió apoyar a los jóvenes tanto desde la Universidad como de la empresa, por tal razón “prácticamente se fueron a España con todos los gastos pagados”.
Para seleccionar a los estudiantes se toma en cuenta su promedio, sus habilidades y subrayó que “no es una decisión unilateral, es colegiada, considerando su comportamiento en clase”.
Comentó que la empresa agradeció a la Facultad y extendió su reconocimiento al desempeño de los universitarios, igualmente ofreció la posibilidad de emplearlos inclusive antes de que finalicen su licenciatura.
En la coordinación se analizan dependencias y empresas potenciales a las que se les hace la invitación a colaborar; ellos presentan un proyecto o parte de un proyecto donde los jóvenes pueden aplicar sus conocimientos, detalló el académico.
“En la licenciatura tenemos una comisión donde aceptamos los proyectos o les damos retroalimentación a las empresas, hemos tenido buenas experiencias con los alumnos que actualmente cursan el noveno semestre porque al tener un buen desempeño se generó mayor respuesta por parte de las empresas, no sólo en el ámbito local sino de otros giros como iDoctor y Oroz.”
Con ello, a las habilidades que adquieren los estudiantes a mitad de su formación se suma la experiencia que se refleja en su currículum, abundó.
Esta licenciatura es una de las cinco que existen a nivel nacional y es la única de su tipo en el estado, puntualizó. Además está impulsando un cambio en la mentalidad de las empresas porque los egresados poseen una metodología estructurada para desarrollar los sistemas; asimismo, debido a la demanda se ha abierto en los campus de Ixtaczoquitlán y Coatzacoalcos, por lo que han estado trabajando en conjunto con otros profesores de la institución en darle impulso a esta área en el país.
David Sandoval Rodríguez/Prensa UV