El escándalo de la fiesta en la Isla de Salmedina, que es parte del Sistema Arrecifal Veracruzano, y la manipulación de los nidos de tortugas carey, especie en peligro de extinción, escaló a nivel nacional.
Organizaciones ambientalistas, prestadores de servicios turísticos, autoridades y medios informativos locales y nacionales consignaron un hecho que llamó a la indignación: una fiesta de particulares provocó contaminación y maltrato de tortugas.
Los autores de dicho ecocidio dejaron en ese lugar las huellas de su paso por la Isla: restos de pirotecnia, plásticos, botellas de cerveza y hasta colillas de cigarros.
La fiesta se habría desarrollado el pasado sábado 25 de agosto; se dijo entonces que en el lugar fueron halladas huellas de tres excavaciones de 20 centímetros de profundidad en el área de nidos.
Detectaron también embarcaciones en un área considerada como restringida.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, Profepa, emitió al respecto un boletín informativo por la noche de este martes, en el que afirma que inició una investigación, debido a que esa isla es parte del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, donde existe un registro de 20 nidos de tortugas carey.
El daño, de acuerdo con la fuente, se ubica en una superficie de 666.5 metros cuadrados.
El Sistema Arrecifal Veracruzano es el más grande del Golfo de México; supuestamente está protegido mediante decreto del Gobierno Federal desde 1992; sin embargo, hechos como la fiesta del pasado fin de semana dejan en evidencia la ausencia de una protección efectiva.
En ese lugar, de acuerdo con la Profepa, hay 28 arrecifes en una superficie de 65 mil 516 hectáreas, que tienen lagunas arrecifales con pastos marinos, playas, bajos, islas y cayos.
Es un espacio que contribuye a mitigar de forma natural los impactos a las costas de tormentas, huracanes y vientos.
Aunque el decreto federal de protección data de 1992 (gobierno de Carlos Salinas de Gortari), fue en 2006 cuando la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, incorporó al Sistema Arrecifal Veracruzano a la Red Mundial del Programa del Hombre y la Biósfera.
Se supone que es un espacio muy vigilado y sumamente protegido por el Gobierno Federal.
Lamentablemente, eventos como el del pasado fin de semana dejan en duda esa protección, porque pareciera que cualquiera puede llegar al lugar, hacer una fiesta, usar pirotecnia, dejar basura y manipular los nidos de una especie protegida sin consecuencias. No es tan fácil, sólo para llegar a esa isla, por ejemplo, se debe contar con un permiso especial, que a juzgar por el reporte de los inspectores de Profepa, no existió.
Quienes organizaron o acudieron a la fiesta que causó el daño a la Isla de Salmedina tuvieron que contar con la complicidad de las autoridades competentes o al menos con el incumplimiento del deber de resguardar el área; en pocas palabras, los responsables de cuidar la zona no hicieron su trabajo y permitieron el acceso; o teniendo conocimiento de esa fiesta, asumieron una actitud tolerante y contemplativa ante el daño.
Mientras tanto, el caso ya fue presentado a la Procuraduría General de la República, instancia ante la que presentó una denuncia la Asociación Veracruzana de Protección Ambiental, que pone en la mira a la propia Profepa, a los elementos de la Secretaría de Marina asignados a la zona, y a la dirección del Parque Nacional Sistema Arrecifal Veracruzano, por no actuar de forma inmediata contra los responsables. @luisromero85