Por Alejandro Cossio Hernández*
Estamos prácticamente a unos cuantos días del cambio de Gobierno en Veracruz y esto me parece trae un reto inimaginable, que va más allá de un viraje o un cambio de modelo económico.
En mi experiencia, cuando fui funcionario, aprendí que si se quiere abarcar muchos frentes es casi imposible avanzar y menos concretar los cambios. La gran ventaja de Gobierno que entra es que trae el respaldo ciudadano y la mayoría en el Congreso tanto local como federal y por tanto no tendrá obstáculos en ese Poder.
El gran reto para el próximo gobierno del estado, será meter mano y a fondo en el poder Judicial, en donde tenemos un muy fuerte rezago y una gran deficiencia, tanto en la impartición como en la procuración de justicia.
La pobreza en Veracruz es otro gran flagelo. No es admisible que en Veracruz existan mujeres, hombres y niños que vivan en la miseria, tanto por la riqueza natural que tenemos como por los presupuestos que se manejan en el gobierno del estado. A un gobierno transparente y HONESTO, no le debe llevar más de tres años acabar con la miseria en Veracruz.
La gran apuesta del próximo gobierno estatal debe ser la Educación, la Salud e Infraestructura.
La Educación y la Salud deben ser los programas rectores del que hacer de nuestras próximas autoridades. Y si ambos temas dejan de ser discurso y sus próximos titulares son profesionales y se dedican las 24 horas de cada día a realizar con eficiencia su labor, veremos resultados claros,
medibles y palpables en los primeros tres años.
En el tema de salud no hay problemas de dinero. Lo que falta es Honestidad y profesionalismo. Para nadie es nuevo esto y mucho menos intentaremos descubrir el hilo negro. En salud, la clave está en la prevención y en educar a la población en los cuidados.
Si desde el arranque de la administración se trabaja en el cuidado, diagnóstico y prevención de la diabetes, obesidad e hipertensión, vamos en el camino correcto para ganar el gran reto de mejorar la salud en general.
Y si esto lo acompañamos con una educación en valores, conocimientos de las matemáticas y de civismo, tendremos un pueblo preparado y saludable.
Dejemos de gastar en diagnósticos y programas de control electoral que sólo han servido para enriquecer a los titulares y operadores de la Sedesol.
Hay más de 40 programas que, ¡¡no han sacado a un solo mexicano de la pobreza!!
Necesitamos también que nuestro flamante próximo Secretario de Desarrollo Económico y Portuarios, sea un promotor y facilitador de la inversión.
Entonces veremos un Veracruz bello, que nos enorgullezca una vez más, y podremos decir a voz en cuello nuevamente, que somos VERACRUZANOS.
* Empresario veracruzano