Durante décadas, el problema de la deforestación de selvas y bosques en Veracruz se ha mantenido como uno de los grandes pendientes en materia ambiental.

Diversas instituciones de investigación, públicas y privadas, así como organizaciones no gubernamentales, han alertado sobre los riesgos en esa materia.

La superficie boscosa y las zonas selváticas se han reducido a un ritmo acelerado en la entidad veracruzana y en todo el país.

Hace un par de años, por ejemplo, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático del gobierno federal ubicaba a Veracruz como uno de los estados con mayor riesgo por deforestación. La instancia dio a conocer en 2016 que en los siguientes 7 años, la entidad perdería casi 4 por ciento de la superficie forestal.

Organizaciones como Greenpeace México han aportado datos igualmente preocupantes: en 1981, 62 por ciento de la cubierta vegetal natural de Veracruz ya había sido transformada; en el año 2000, sólo 18 por ciento del estado “mantenía su vegetación original y apenas 8 por ciento no había sido perturbada”. Durante los últimos 50 años, indica la fuente, se ha perdido la mayor parte de la cubierta forestal original de la entidad.

El Instituto Nacional de Ecología, Inecol, difundió un trabajo de investigación sobre el problema de la deforestación en Veracruz. Establece entre las causas actuales de la deforestación se encuentran “la explotación forestal, la apertura de campos de cultivo y potreros, el desarrollo de infraestructura urbana y de comunicaciones, como la construcción de carreteras, de presas, caminos, explotación petrolera, viviendas, y desde luego los fenómenos naturales entre los cuales destacan los incendios, las inundaciones, los deslizamiento de tierra y los huracanes, entre otros”

El tema de la deforestación va estrechamente ligado al cambio climático; y en esa materia, México es considerado, por sus características geográficas, condiciones socioeconómicas y su grado de susceptibilidad o incapacidad para enfrentar sus impactos, uno de los países más vulnerables, indica el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático.

Por cierto, en julio del presente año, el INECC reveló que en nuestro país se registra un incremento de la temperatura, acompañado del aumento de días cálidos extremos y de la disminución de días gélidos y heladas, lo que ha ocasionado más ciclones de categoría 3 o más, y más sequías severas.

De ahí la importancia de las acciones de reforestación; en esa materia, es destacable el esfuerzo que realizan dependencias como la Comisión Nacional Forestal, que actualmente desarrolla un proyecto denominado “Bosques y Cambio Climático”, en el que participan, además, la Semarnat y el Banco Mundial.

Lamentablemente, las acciones enfocadas a la reforestación de selvas y bosques son implementadas por los gobiernos federal y en menor medida estatal. Los municipios han permanecido, por años, al margen de esa responsabilidad social.

Los ayuntamientos se concentran en inversión y obra pública, y en muy contados casos en acciones de educación, cultura y promoción turística, pero se olvidan del cuidado al medio ambiente y de la tarea de reforestar.

Hace un par de días, desde el municipio de Perote surgió una nota que llamó la atención precisamente porque se enfoca en ese asunto: el ayuntamiento que preside Juan Francisco Hervet, en coordinación con la Comisión Nacional Forestal y con la participación de un grupo de ejidatarios locales, inició un programa denominado “Más pulmones para Veracruz”.

Los ejidatarios recibirán apoyos para sembrar y mantener la superficie boscosa del Cofre de Perote, servicios ambientales se le llama de forma oficial a esas acciones.

Aunque insuficiente, dada la magnitud del problema, esa estrategia de reforestación es una buena noticia que debería ser retomada por todos los gobiernos municipales. @luisromero85