La desgracia económica y financiera de los veracruzanos comenzó con Miguel Alemán cuando, faltando días para dejar el poder, pidió y obtuvo un crédito de Banobras por 3 mil millones de pesos que hasta la fecha nadie sabe en qué se gastaron, pero que tuvieron que pagar los veracruzanos.

Luego llegó Fidel Herrera que los primeros meses de su gobierno se quejó de esa deuda, pero cuando se fue nos dejó ensartados con 27 mil millones de pesos que tampoco se sabe en qué se gastaron. Eso sin contar con que dejó de herencia una escalada de violencia sin precedentes hasta entonces en la entidad.

Tras Fidel vino Javier Duarte que también se quejó de la deuda heredada, pero prometió que Veracruz saldría adelante… y así nos fue.

A Javier no lo dejaron terminar su mandato; el 12 de octubre del 2016 (cuando ya no quedaba más por destrozar) renunció y dejó a Veracruz metido en una espiral de violencia más brutal que la de Fidel Herrera y con una deuda de 44 mil millones de pesos.

Su sucesor, Miguel Ángel Yunes, también prometió que acabaría con la violencia (en seis meses), prometió más fuentes de empleo, más y mejores carreteras, más y mejores hospitales y que sanearía las finanzas.

No quiero apabullar con estadísticas, pero seguro estoy que veracruzano que se asome a esta columna no me dejará mentir cuando digo que en lo que va de este gobierno la violencia se ha disparado más que con Fidel y Duarte juntos; la economía formal está hundida, la informal languidece y el desempleo crece. Y de obras ni hablar, apenas un porcentaje mínimo de lo prometido en campaña.

Y las finanzas… uta.

Hace unos días el gobernador electo, Cuitláhuac García, declaró que la deuda que le dejará el gobierno yunista es de 80 mil millones de pesos, es decir, casi el doble de lo que dejó Javier Duarte. Pero Yunes reviró y mencionó que “sólo” dejará un adeudo de 47 mil millones de pesos que, asegura, es menor que el que dejó Javier.

“Mi gobierno no aumentará la deuda, al contrario, renegociamos la deuda, bajamos la deuda y logramos una disminución en las tasas de interés, que nos permite una mayor flexibilidad en el manejo de las finanzas”, comentó.

Pero el economista e investigador de la UV, Rafael Arias Hernández, aseguró que la deuda pública que dejará Yunes Linares será mayor. Y la cifra que dio a conocer es de infarto.

“La deuda es de más de 100 mil millones de pesos. Por eso está bien la exigencia de que los que están (actualmente en el gobierno) y ya se van, asuman su responsabilidad y den a conocer cuánto se debe en pasivos laborales, en institucionales y en deuda financiera a corto y largo plazo” declaró el investigador.

Digo, sin justificar a Miguel Alemán, Fidel y Duarte que necesitaron seis años para endeudar a Veracruz como lo hicieron, Miguel Ángel Yunes Linares estaría dejando una deuda superior a la de sus antecesores en apenas dos años de gobierno.

De los 3 mil millones que dejó Miguel Alemán, a los 100 mil millones que presuntamente dejará Yunes, estamos hablando de un endeudamiento de 103 mil millones de pesos. Y si le agregamos los 27 mil de Fidel y los 44 mil millones de Duarte, la deuda neta a pagar es de 174 mil millones de pesos.

¡Ah bárbaros!

A la hora de manejar dinero, cada uno de estos individuos resultó peor que su antecesor. Y para colmo, la lana no les alcanzó porque Alemán, Fidel y Javier dejaron obras inconclusas y por lo que se advierte, Miguel Ángel Yunes no será la excepción.

Vaya manera de “administrar” Veracruz la de estos señores.

bernardogup@nullhotmail.com