“La única propiedad que ya no podrá recuperar Javier es Kari” Yo
Hace dos años, los veracruzanos no veíamos la hora en que asumiera la gubernatura del estado Miguel Ángel Yunes Linares, para que comenzara la cacería de ratas, la recuperación de los miles y miles de millones de pesos del erario, el retorno de la seguridad a nuestras vidas, el orden y la desaparición de la impunidad.
Piche Veracruz que nos espera, con los miembros del cártel de Duarte en el bote, una policía como las que sabe formar y manejar magistralmente el experimentado Yunes, y un equipo de trabajo formado por veracruzanos de gran prestigio en cada una de las áreas de la administración pública… Para qué queremos más, viene la nuestra después de que Miguel Alemán inició el robo dejándonos una droga de 3 mil 500 millones de pesos que el Congreso le autorizó adquirir como deuda y que se peló completito; luego de que el Tío Fidel, siempre tan pueblerino, populachero y generoso, nos hundió más dejando la deuda en casi 30 mil millones de pesos (diez mil que el Congreso le autorizó también de última hora y que se peló completitos) y de que Javier Duarte, el alburero, desmadroso, ocurrente, bebedor compulsivo, nos hundió la daga a cuando menos 50 mil millones de pesos, pues bienvenido el caballero de la justicia.
¡Qué terrible decepción!
De todas las grandes expectativas que despertó su llegada al gobierno del estado, Miguel Ángel Yunes Linares no cumplió nada. Su objetivo no era rescatar a Veracruz de los corruptos, de los malandros, de los delincuentes, no, ingenuos de nosotros, lo que buscaba era en dos años invertir todo lo que fuera necesario (recursos públicos y de todo tipo) y usar la maquinaria del Estado, para imponer como sucesor a su hijo y de ahí para el real, a disfrutar de una propiedad del tamaño de Veracruz.
Pero el proyecto fracasó. Los veracruzanos, que no somos una partida de deficientes mentales, nos dimos cuenta de inmediato de la sociedad que hizo Yunes con los más prominentes miembros de la banda de Javier Duarte, a los que protegió y brindó trato especial, los manotazos y las balandronadas fueron parte del teatro mediático, de la simulación, los contados exfuncionarios encarcelados, con excepción de Arturo Bermúdez, no eran carne de presidio, si acaso hacerlos que devolvieran lo que supuestamente habían robado e inhabilitarlos, pero no, ellos han sido los chivos expiatorios de la gran banda.
Y en qué está terminando esta tragedia bianual, en que ahora nuevamente los veracruzanos ya no vemos la hora en que esto termine. El reloj de cuenta regresiva que valientemente colocó el panista Cosío en la Plaza Lerdo (lo pasaron al edificio Tanos porque se enteraron de que ya había un grupo de enviados del palacio que lo harían pedazos esta madrugada), la gente lo ve y pregunta: ¿no habrá manera de que lo adelanten unos cincuenta días cuando menos?
Hoy todos queremos que ya comience el gobierno de Cuitláhuac para que las cosas regresen a la normalidad, para que se aplique la justicia donde haga falta, para que los nuevos funcionarios hagan su chamba como lo han prometido, con honestidad,
Transparencia y eficacia, para que desmantelen esas células delictivas que los yunistas instalaron en cada dependencia para que las hicieran pedazos disponiendo de los recursos públicos y humillando a los trabajadores.
Dos años y la misma historia…Ya solo faltan 98 días.
El gordo Duarte sale loco de contento
Si como todo mundo comenta, en tiempos del gobierno de Javier Duarte, miles de millones de pesos del presupuesto de Veracruz fueron a parar a la campaña de Enrique Peña Nieto, entonces qué podíamos esperar los veracruzanos de esa relación Peña-Duarte… una sociedad delictiva.
Y en este espacio lo advertimos a tiempo. Cuando las presiones sociales, por los graves señalamientos que se estaban produciendo en contra de la corrupta administración del gordo, el presidente Peña entró al quite. Le “sugirió” a su cuate Javier que renunciara al cargo y se pelara. Lo protegió en su huida, lo recomendó para que se aventara, junto con su familia, unas vacaciones en Guatemala, y cuando consideró que era necesario ponerlo bajo resguardo porque corría peligro, lo extraditó y lo encerró en un penal de la CDMX, lejos del alcance del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, quien lo quería como trofeo para coronar su proyecto político.
Después de la elección federal, Javier Duarte saldrá de la cárcel y se irá para siempre al extranjero a disfrutar de lo que nos robó. Ese debe ser el acuerdo del gordo con Enrique Peña, comentamos.
Ayer nos enteramos que la Procuraduría General de la República (PGR) abrió la puerta al exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, para que pueda enfrentar su proceso en libertad, debido a la reclasificación del delito de delincuencia organizada por asociación delictuosa. La fiscalía mexicana también acusa a Duarte de lavado de dinero. Ambos delitos no se consideran graves, por lo que no requieren prisión preventiva de oficio.
Sin embargo, la PGR pedirá al juez que aplique medidas cautelares ante el riesgo de que Duarte se fugue si se aplica la prisión preventiva.
Tal parece que Enrique Peña Nieto es hombre de palabra con sus iguales; con los mexicanos no supo cumplir, al contrario, su gobierno fue un rotundo fracaso, de ahí el contundente triunfo de la sociedad a través de Morena, un movimiento que tomó la forma de partido político, arrasó en las urnas con todo, en históricas elecciones que llevaron a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia. Pero con mafiosos sí sabe cumplir Peña, por eso seguimos pensando que Javier Duarte está a punto de lograr su libertad, lo que a los veracruzanos ya nos vale gorro, y si hay indignación no es contra él sino contra quienes lo han protegido junto con su banda, como es el gobierno estatal que tiene a Vicente Benítez y Juan Manuel del Castillo como diputados locales, cuando ellos fueron actores principales del saqueo, operadores de Javier Duarte.
Si lo sueltan lo agarro: MAYL
El gobernador de Veracruz Miguel Ángel Yunes adelantó que, en caso de que Javier Duarte salga libre, será aprehendido y encarcelado en Veracruz para que responda por los delitos de los que se le acusa en el estado, luego de que la PGR retiró el cargo de delincuencia organizada al exgobernador.
«En el gobierno de Veracruz hay una enorme indignación, Javier Duarte debe seguir en prisión y se debe devolver a los veracruzanos lo que les robaron».
Subrayó que el exgobernador sería trasladado al penal de Pacho Viejo debido a dos órdenes de aprehensión en su contra; además, estarían en comunicación con el gobierno de Guatemala para que responda por el delito de desaparición forzada, y en ese caso se podría solicitar su extradición.
Como si en la PGR o en Los Pinos estuvieran muy preocupados por avisarle al gobernador de Veracruz a qué hora van a soltar a Javier Duarte, para que los paisanos que trabajan como ministeriales lo detengan y lo traigan arrastrando al penal de Pacho.
Reflexión
¡Saco!, en la lista de Cuitláhuac García están los García Guzmán o Escalante, pero no para ocupar un cargo público, no, para que se hagan cargo del autogobierno en Pacho. Escríbanos a mrossete@nullyahoo.com.mx formatosiete@nullgmail.com www.formato7.com7columnistas