Una prenda de seguridad para mujeres. Cuatro estudiantes, Anahí de ingeniería en mecatrónica, Giwan de Ingeniería en sistemas digitales y robótica, Estela de mecatrónica y Guadalupe de derecho, dieron a conocer su invento: una chamarra que cuenta con electrodos en los codos, y que al activarse, despliega descargas eléctricas para que mujeres que la usan, en caso de que se vean atacadas, puedan usar las coderas como un mecanismo de defensa.
Para Anahí Parra, la titular del proyecto, es esencial que el prototipo que realizaron, no entre en la categoría de «arma». Y es que el voltaje está pensado para que el posible agresor no sufra un daño considerable; la idea es solo suspenderlo de manera momentánea, a fin de que quien vista la chamarra pudiera huir con facilidad.
En cuanto al voltaje, una pila de nueve volts se encarga de la alimentación eléctrica. Según la estimación de los estudiante, una persona tolerante sería inhabilitado por un espacio de cinco segundos, pero en alguien con menor tolerancia el efecto podría durar hasta casi un minuto.
Un botón para controlar las descargas
La chamarra en cuestión no tiene características especiales por sí sola. Los estudiantes del ITESM campus Puebla, consiguieron la chaqueta solo buscando que no tuviera plásticos por dentro, porque podría afectar el cableado. Por ello el principal material es el algodón.
Todo el cableado interior pued activarse a través de un botón que se esconde en la parte interna de la chamarra. Al presionarse, un LED se enciende, de manera que la usuarioa reconozca que el sistema está encendido.
Todo el sistema pesa 400 gramos, pero los estudiantes aseguran que dado que el peso se distribuye en toda la chamarra, el peso final no se resiente. La chamarra operaría con repuestos integrados para suplir a la pila. El repuesto podría cargarse en su totalidad en 20 minutos.
«Es una herramienta de defensa personal. No se encuentra en el margen de armas letales. Incluso el uso de gas pimienta en Puebla ya está regulado ante el índice elevado de feminicidios, por eso la protección hacia la mujer ha ganado mucho peso» dice Guadalupe
La propuesta es interesante, por decir lo menos, pero al mismo tiempo es difícil aceptar que la violencia física a la mujer en espacios públicos ha llegado a tal punto que debamos considerar el uso de prendas de vestir como mecanismo de defensa.
Los estudiantes no descartan que los circuitos puedan utilizarse para otras prendas, como pantalones, o vestidos. Por ahora. el precio en el que estiman la chamarra llegaría al mercado rondaría en los 1,000 pesos.
Con información de Agencia informativa Conacyt