Así como llamó “ingenuos” a los crédulos electores veracruzanos que en la sucesión estatal de 2016 votaron por su papá Miguel Ángel Yunes Linares confiados en que el “experto en seguridad pública” cumpliría su promesa de reducir los índices criminales en los primeros seis meses de su gobierno, tal parece que el junior Miguel Ángel Yunes Márquez, quien aspiraba a suceder en la gubernatura a su progenitor, estaría pecando del mismo candor al creer ilusamente que el millón 452 mil 566 votos que obtuvo en los comicios del pasado 1 de julio se los ganó a pulso, por su supuesto “carisma” y “popularidad”.
Y es que ha trascendido que luego del fallido lance por heredar el poder en Veracruz, ahora al primogénito de Yunes Linares lo estarían relanzando para ocupar una de las dos principales carteras del Comité Ejecutivo Nacional del PAN que está por renovarse en un par de meses más. La versión que sus amanuenses han hecho correr es que Yunes Márquez le tiraría a la presidencia del CEN que ocupó Ricardo Anaya, pero en realidad el ex alcalde boqueño y su padre quedarían más que conformes con la Secretaría General u otra posición que también les facilitara obtener para ellos y sus aliados cargos de elección popular dentro de tres años –alcaldías y diputaciones federales y locales–, para luego, en 2024, tratar de recuperar el gobierno de Veracruz.
Sólo que para entonces quién sabe qué suerte correrá el destino de Papá Yunes, quien además de ser auditado por la nueva administración del morenista Cuitláhuac García, ya no dispondrá de los mismos recursos financieros ni del aparato del gobierno del estado para corromper y coaccionar económica y penalmente a líderes, alcaldes y activistas de otros partidos así como a ex funcionarios duartistas para que apoyen nuevamente el proyecto de su cachorro.
Porque así lo dejó entrever en el mensaje post-electoral que dio el pasado 9 de julio, ocho días después de los comicios. “La historia no termina, la historia nunca concluye, la historia no se escribe en un día y en un solo acto; hay mucho por hacer, hay mucha historia que construir en Veracruz. Que quede claro: la lucha sigue”, soltó.
¿Ediles, ex funcionarios y comunicadores, entre muchos otros –a los cuales les incumplió lo que les prometió o sólo les dio migajas–, volverían a creer y a rifársela con él bajo el riesgo de quedar otra vez marginados del poder por seis años más?
Y es que tal como ya lo habíamos apuntado aquí en un texto anterior, no se necesita tener una mente tan brillante para deducir que Andrés Manuel López Obrador y su Movimiento Regeneración Nacional llegaron al poder para mantenerse en él por lo menos dos o tres sexenios más, tiempo suficiente para encarrilar su Proyecto Alternativo de Nación tendiente hacia lo que el tabasqueño ha denominado “la Cuarta Transformación de México”.
A partir de diciembre veremos qué le depara al yunismo azul en Veracruz.
Hipólito, ‘reprobado’
Bien dicen que “no es lo mismo ser borracho que cantinero”.
Ahí está el ejemplo del alcalde morenista de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, con fama de ser un gran académico, pero como político y servidor público ha resultado un fiasco para el electorado xalapeño que en la sucesión municipal de 2017 votó arrolladoramente por él.
El investigador del CIESAS-Golfo y catedrático de la Universidad Veracruzana no sólo tiene a la ciudad capital en el peor de los descuidos sino que ni siquiera ha logrado hacerse del control político del Cabildo que desde hace casi ocho meses encabeza.
Ahí está el caso de la soberbia síndica Ivonne Cisneros Luján, quien este lunes injustificadamente abandonó a media mañana sus labores en el Ayuntamiento para irse a un conocido café capitalino a dar una conferencia de prensa para festinar un anuncio eminentemente partidista: la incorporación a las filas de MORENA del regidor Francisco Javier González Villagómez, quien hasta ese día militó en el partido Nueva Alianza.
¿De veras se trataba de algo extraordinario como para que descuidara su responsabilidad pública? ¿Qué representa ese tránsfuga para el movimiento lopezobradorista que acaba de arrasar en las urnas en Veracruz y en el resto del país?
Sin embargo, hasta donde se sabe, el alcalde no le hizo ningún extrañamiento a su camarada. ¿Será porque de plano la arrogante síndica no lo “pela”?
Pero el colmo sucedió este miércoles, cuando en sesión de Cabildo el alcalde Hipólito Rodríguez pretendía quitarle la titularidad de la Comisión de Asentamientos Humanos, Fraccionamientos, Licencias y Regularización de la Tenencia de la Tierra al regidor de su partido, Rafael Pérez Sánchez –debido a que actualmente tiene abierta una investigación ministerial por parte de la Fiscalía Quinta Especializada en Delitos Relacionados con Hechos de Corrupción y Cometidos por Servidores Públicos por la presunta falsificación de firmas para la gestión de obras del fondo PRODERE por un monto de 35 millones de pesos–; sin embargo, el munícipe no pudo destituir al ex priista ya que sólo fue respaldado por ¡cinco ediles!, pues los otros nueve se abstuvieron, lo que terminó por favorecer al “Borrego” Pérez, evidenciando la falta de oficio político del presidente municipal.
¿De veras Hipólito no tiene asesores ni funcionarios que previamente se encarguen de hacerle esa chamba de cabildeo político para no exponerlo a esta clase de ridículos?
Si los tiene y no cumplen con su función, pues está solapando su ineptitud que también es otra forma de corrupción, como solía pregonarlo en su régimen de la “Renovación Moral” el ex presidente Miguel de la Madrid Hurtado.
Pero si no cuenta con ellos… ¡tantito peor!, porque como académico universitario Rodríguez Herrero puede ser muy bueno en la teoría, pero en la praxis política ya se vio que está reprobado.