En julio y octubre del año anterior, di a conocer en este espacio el caso del maestro Morene López Salas, que después de 28 años de servicio activo tuvo que presentar su renuncia por invalidez. Y a partir de entonces comenzó un calvario que lleva casi cuatro años pues lo han traído a las vueltas con el finiquito.
De noviembre del 2014 a la fecha, ha hecho incontables viajes desde su natal Tuxpan a la ciudad de Xalapa gastando en pasajes, comidas y hospedaje, un dinero que no tiene porque carece de otros ingresos.
También ha mandado infinidad de oficios a diversas oficinas de la SEV, oficios que, como se estila en estos casos, tienen el sello de recibido, pero duermen el sueño de los justos en los archivos de esa dependencia.
Tras vueltas y más vueltas, el 23 de agosto del 2017 al fin se dignaron contestarle. En una misiva firmada por Rolando Quiroz Lagos, jefe del Departamento de Nóminas del Sistema Federal de la SEV le dicen textual:
“En atención a su escrito de fecha 5 de Julio del presente en el cual solicita realizar trámites correspondientes para el pago de los adeudos de Aguinaldo y Prestaciones de fin de año, le informo que efectivamente su pago se generó en la Quincena 17/2015 4ª. Complementaria, la cual se encuentra en espera de disponibilidad presupuestal por parte de la Secretaría de Finanzas y Planeación, toda vez que es originado con presupuesto del año 2014 (Recurso FAEB). Atentamente…”
En palabras más claras: le debemos, pero quién sabe cuándo le vayamos a pagar.
Y como Morene López, hay cientos de maestros que sufren este tortuoso problema.
Ahora que anduvo en campaña promoviendo la candidatura de su hijo, el gobernador Miguel Ángel Yunes reconoció el adeudo de 850 millones de pesos que el gobierno estatal tiene con los mentores por concepto del Seguro Institucional por fallecimiento e invalidez, y se comprometió a pagar al menos 200 millones.
Esto puso de plácemes a los maestros que como Morene López, pensaron que al fin se acabaría su viacrucis y de ese dinero les pagarían su finiquito por invalidez. Pero Yunes Linares sólo pagó dos millones de pesos.
¿Qué fue lo que pasó?
Quizá el maestro Agustín Alberto Cámara Domínguez, tenga la respuesta.
Como parte del grupo de mentores que este lunes se plantaron en la Plaza Lerdo para exigir ese dinero, Cámara Domínguez dijo irónico que probablemente el gobernador ordenó detener el pago, molesto porque su hijo perdió la elección.
Irónico o no, el educador jubilado probablemente no anda muy errado. Puede que en efecto el gobernador haya ordenado suspender esa partida, o puede que ésta haya ido a parar a la campaña de su candidato Miguel Ángel Yunes Márquez.
Meses antes de que dejara su malhadada administración, Javier Duarte prometió que pagaría hasta el último centavo de adeudos a los maestros. Y nunca les cumplió.
Yunes Linares prometió que él sí pagaría, pero en efecto, apenas pasó el 1 de julio se olvidó de su compromiso con los mentores a los que volvieron a engañar.
Y no sólo los engañaron, también se están burlando de ellos.
Caray, qué poca abuela con gobiernos así.
¿Cuántas vueltas más tienen que dar maestros como Morene López Salas, y cuantos plantones más se necesitan en la Plaza Lerdo, para que estos hombres y mujeres que dieron su vida educando a los veracruzanos reciban los emolumentos a los que tienen derecho?