Cuando tu jefe de prensa y tu suegro se reúnen en una conferencia de prensa donde se hablará mal de tí, pues algo anda muy mal en tu entorno político y familiar. Ya del Partido, mejor ni hablamos… Lo que sucede en el PRI estatal es una tragedia absoluta y explica claramente la situación por la que hoy atraviesa en su organización política, la indisciplina de sus corrientes internas, y en consecuencia, los peores resultados electorales en su historia.

Ayer, el secretario de información institucional Marco Antonio del Ángel convocó a conferencia de prensa para presentar al opositor y aspirante a la dirigencia nacional, Ulises Ruiz. Pero eso fue lo de menos, lo increíble resultó que acusara a su jefe, el presidente estatal Américo Zúñiga, de arreglarse ¡para hacer perder al PRI en la elección de Gobernador!. La cereza en el pastel fue que a la conferencia también asistió Domingo Yorio, el suegro de Américo.

Apenas el 13 de enero pasado, aun en medio de nubarrones, Américo sonreía ante un futuro más que prometedor; había llegado al partido para hacerse cargo del proceso electoral donde competiría a la Gubernatura uno de sus mejores amigos, Pepe Yunes. Con un gobierno errático y falto de resultados, un candidato de Morena poco conocido por su trabajo como diputado federal, y una gran estructura a lo largo del estado, las posibilidades de ganar parecían inmejorables.

En este escenario, los cercanos a Américo Zúñiga ya se veían en la Secretaría General de Gobierno como antesala a la candidatura al gobierno de Veracruz en el 2024, un sueño que su padre nunca pudo alcanzar. En el peor de los supuestos, podría alcanzar una diputación plurinominal lo mismo en el congreso local que en la Cámara de Diputados a nivel federal.  Nada de eso ocurrió.

Apenas siete meses después, el dirigente estatal priista se encuentra en una situación completamente diferente, atrapado por los grupos que buscan controlar el partido, rechazado por sectores y organizaciones, en un instituto político que apenas cuenta con recursos suficientes para cubrir su nómina –ayer se difundió que las oficinas cierran a las 3 de la tarde para evitar el consumo de energía eléctrica- y avasallado por su entorno laboral y familiar.

Lo que ayer hicieron Marco Antonio Del Ángel y Domingo Yorio dejó perplejos a todos los reporteros. Hasta ahora, nadie entiende porqué ha sostenido a su jefe de prensa a pesar de los evidentes conflictos que ha generado al interior del partido, con los propios medios de comunicación y el evidente activismo que ha realizado a favor de Morena.

El pasado 9 de julio, una semana después del tsunami electoral que noqueó al partido, el vocero priista asistió a la reunión nacional de la organización “Con AMLO Unidos Podemos”, con la presencia de más de 600 líderes y dirigentes de todo el país, como lo dio a conocer el organizador del evento Elías Miguel Moreno Brizuela. Videos y fotografías testimonian la asistencia del hijo del dirigente nacional de los 400 Pueblos César del Ángel.

Con razones y evidencias suficientes no sólo para exigirle la renuncia sino para expulsarlo del partido al que dice pertenecer, resulta que no pasó nada. Marco Antonio Del Ángel ha resultado un personaje ingobernable para el presidente del partido Américo Zúñiga.

Decir que su posición –fue designado desde la presidencia priista de Renato Alarcón- obedece a un compromiso del ex candidato José Yunes Zorilla o que es un enemigo político declarado del actual gobernador Miguel Ángel Yunes- no justifica la insurgencia ofensiva en contra de su partido y su dirigente. Tampoco la forma burda y desafiante con que se refirió esta mañana a su jefe político.

El escándalo ha sido tal, que ayer mismo se informó al Secretario de Prensa del CEN del PRI, César Castillejos Rangel, sobre la insubordinación del conocido stripper, por lo que en las próximas horas podría haber noticias sobre su cese y expulsión del partido.

Sin embargo, es algo que el propio Del Ángel ha impulsado que ocurra con dos evidentes propósitos: acusar persecución y censura sobre quien se asume como la única voz crítica del PRI veracruzano –con ello iniciar una andanada contra todos los personajes políticos que alberga su enferma imaginación-, y tener la justificación idónea para incorporarse a Morena, el partido para el que ha operado desde hace varios meses.

Américo no sólo ha perdido fuerza y autoridad como dirigente del Partido; su futuro político es por demás incierto a pesar de su brillante carrera. Se ha convertido en el hazmerreír de un oscuro personaje que nada representa, salvo la profunda crisis y descomposición que vive el PRI en Veracruz.

Hace siete meses, Américo tenía el futuro en sus manos. Hoy es víctima del peor de los fratricidios.

 Las del estribo…

  1. La Coordinación General de Comunicación Social entregó parcialmente la información sobre los convenios publicitarios con medios de comunicación signados por Javier Duarte, con lo que considera la solicitud del IVAI “debidamente concluida”. Pero resulta que la dependencia no ha entregado informe alguno sobre los pagos realizados en esta administración; la observación por parte del ORFIS parece inminente, las denuncias también.
  2. Sea por estrategia del gobierno actual para endosar la culpa al entrante, sea por violaciones al debido proceso o sea porque nada les han podido comprobar, lo cierto es que la versión sobre la próxima liberación de los ex funcionarios duartistas se fortalece. Y no sólo eso, ha sido tal el desaseo del proceso, que el gobierno entrante tendría que pagar la reparación del daño.