Por supuesto que no es lo mismo ser candidato con desventaja en campaña que ya ser gobernador electo, legitimado y ratificado por el reconocimiento público de los adversarios vencidos e instituciones electorales.
Por eso es que esta metamorfosis natural en Cuitláhuac García Jiménez tiene sorprendidos a más de uno, pues tanto en sus conferencias de prensa como en las reuniones que hasta hoy ha sostenido con representantes de diversos sectores productivos y sociales, el virtual sucesor del mandatario panista Miguel Ángel Yunes Linares se desenvuelve con mucha más seguridad y determinación que antes de las elecciones del pasado 1 de julio.
Poco a poco, el ex candidato triunfador de MORENA va dando a conocer el nuevo sello y estilo político que pretende imprimirle a su próxima administración, la que por su origen, perfil y esencia izquierdista tratará de contrastar con las del PRI y sobre todo con la última de la alianza PAN-PRD que le antecedieron.
Por ejemplo, las primeras señales que ha empezado a mandar es que, el suyo, será un gobierno realmente itinerante, cercano a la gente, y que como jefe del Poder Ejecutivo no repetirá las mismas formas autoritarias y de concentración de poder que han caracterizado a los que encabezaron los recientes regímenes priistas y panista.
Pero, por otro lado, García Jiménez también ha sido lo suficientemente firme para dejar en claro que no se dejará intimidar, influir ni chantajear en sus decisiones, lo que tampoco implica que no escuche ni atienda peticiones o sugerencias.
En este momento, verbigracia, el gobernador electo está siendo sujeto de una serie de presiones de todo tipo para elegir y designar a quienes integrarán su gabinete. Unos con el respaldo de los sectores vinculados al cargo público que pretenden desempeñar. Tampoco han faltado los que inclusive han buscado hasta la intercesión de familiares muy cercanos del futuro gobernante. Otros se promueven en medios de comunicación y algunos más han llegado al extremo de autopromocionarse en anuncios espectaculares colocados en transitadas avenidas de Xalapa, como el comandante David Castro Carrera, con 33 años “de experiencia” en la Policía Federal de Caminos, a quien sus presuntos promotores lo están recomendando para ocupar la Dirección de Tránsito y Transporte del Estado.
Otro ejemplo más es el de Luis Eduardo Ross Martínez, actual subdirector de Turismo del Ayuntamiento de Xalapa. Pero lamentablemente Ross no ha mostrado hasta ahora nada extraordinario en la función que desde hace más de siete meses viene desempeñando en la capital del estado, pese a que a principios de enero de este año, al asumir su cargo, se comprometió no sólo a vigilar la correcta llegada y aplicación de los recursos del Impuesto al Hospedaje, sino que además presumió su buena relación con el gobierno yunista por su “estrecha amistad” con el secretario de Turismo, Leopoldo Domínguez Armengual, con el cual coincidió en la administración el ex gobernador Patricio Chirinos entre 1992 y 1998.
“Donde embonen nuestras estrategias con las del estado trabajaremos juntos, donde no embonen, donde haya diferenciación, seguiremos adelante, no nos detendremos”, afirmó entonces, puntualizando además que ello “no quiere decir que haya divorcio o enfrentamiento” entre ambos niveles de gobierno.
“Ya lo dijo el gobernador: no estamos enfrente ni enfrentados (sic), y yo tomo al pie de la letra eso…”, reiteró Ross Martínez, quien a principios de este año fue muy criticado porque a mediados de enero, casi una semana después de haber asumido el cargo, se le ocurrió viajar a Madrid, España, dizque para “promover” a Xalapa en la Feria Internacional del Turismo 2018, lo que sus detractores cuestionaron ya que difícilmente la ciudad, tan descuidada como está, podía competir con otros atractivos destinos turísticos nacionales para atraer al selectivo turismo europeo.
Al funcionario municipal, por cierto, no lo está promoviendo su jefe, el alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, de MORENA, sino algunos prestadores de servicios turísticos que pretenden que ocupe la Secretaría del ramo en la próxima administración estatal.
Sin embargo, este martes, entrevistado al respecto, Cuitláhuac García trató de contener las presiones de los acelerados aspirantes a formar parte de su equipo de colaboradores. El gobernador electo declaró, tajante, que quien se autopromocione quedará automáticamente descartado de su gabinete; que tampoco tomará en cuenta a los que pretenden llamar su atención a través de anuncios espectaculares, y que su padre, Atanasio García Durán, no tendrá influencia en ninguno de los nombramientos.
“Mi papá es mi papá y yo soy yo (…); yo decido quién”, atajó contundente, para luego comentar que está realizando consultas en general para elegir a los mejores perfiles.
Hasta ahora, Cuitláhuac sólo ha anunciado públicamente los nombramientos de Erick Cisneros Burgos como secretario de Gobierno, y del empresario xalapeño Ernesto Pérez Astorga para la Secretaría de Desarrollo Económico y Portuario.
Pero se espera que por lo menos la mitad de los principales cargos de su gabinete recaigan también en mujeres, tal como en el gobierno federal lo ha hecho el presidente electo Andrés Manuel López Obrador.