Quienes suponían que el golpazo que recibió la noche del pasado 1 de julio haría menos soberbio y simulador al gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, se llevaron tremendo chasco este martes.
Y es que luego de verse forzado a retirar ante el Congreso local el nombramiento de 12 nuevos magistrados que había propuesto para el Tribunal Superior de Justicia del Estado, Yunes –presionado por los diputados de MORENA que la mañana de ayer cerraron los accesos del Palacio Legislativo para impedir que la Diputación Permanente, dominada por congresistas afines al mandatario estatal del PAN-PRD, los mayoriteara– salió a justificarse en conferencia de prensa aduciendo que, aunque la Constitución Política local lo facultaba para ello, había determinado dejar al próximo gobernador y a la siguiente Legislatura su designación, puntualizando que “espero que sus decisiones no sean sectarias ni autoritarias, y que al ejercer sus facultades tengan siempre presente los intereses superiores de Veracruz”, pues se ufanó de que cuando asumió la gubernatura se comprometió a que Veracruz cambiaría y que lo ha logrado.
Es más, aseguró que su compromiso con el cambio incluyó no conceder beneficio alguno fuera de la ley, no orientar sus decisiones por sentimiento de amistad o por cualquier afecto o desafecto.
“Me comprometí, por ejemplo, a no entregar Notarías u otro tipo de beneficios que antes se entregaban de manera habitual común. He cumplido y seguiré cumpliendo y no haré nada que lastime la imagen de un gobierno que se ha caracterizado por su limpieza y apego a la ley. Ese quiero que sea nuestro registro histórico y estoy seguro que así será. Un gobierno que restableció el estado de Derecho en Veracruz y se apegó siempre a las normas jurídicas”, presumió.
Pero todas estas falacias solamente él y sus aduladores las creen. De lo contrario el electorado veracruzano no le hubiera dado la espalda en las recientes elecciones que perdió su primogénito que aspiraba a sucederlo en la gubernatura.
Precisamente los votantes castigaron en las urnas su estilo autoritario, sectario y patrimonialista de ejercer el poder. Ahí están, por ejemplo, los casos del Fiscal General del Estado, Jorge Winckler Ortiz, quien sin ningún rubor utilizó a esta institución supuestamente “autónoma” para operar electoralmente a favor de la candidatura del junior del mandatario; el del Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres Zamudio, quien fue impuesto violando flagrantemente la Constitución Política veracruzana; la prórroga irregular de la concesión del libramiento de Plan del Río a sus amigos de la familia Ruiz; y el otorgamiento de la patente notarial, ocho días después de la elección, a Eduardo Domínguez Zamudio, hijo del actual secretario de Turismo del Estado, Leopoldo Domínguez Armengual, otro incondicional de Yunes.
Domínguez Zamudio fue jefe del Departamento de Vivienda en el Fovissste durante la gestión del presidente Felipe Calderón Hinojosa, en la cual fue acusado de abuso de autoridad por los trabajadores y de tráfico de influencias, ya que como funcionario mandaba hacer los trámites notariales con un hermano fedatario de Veracruz.
Por cierto, con fecha de este lunes 6 de agosto –a menos de cuatro meses de que concluya su breve administración–, el gobernador Yunes Linares turnó a la LXIV Legislatura local la Iniciativa con Proyecto de Decreto que crea la Ley del Notariado para Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave, con la cual se presume que el mandatario panista pretendería agandallarse más de 20 Notarías que están vacantes por procesos judiciales.
¿Este es el “cambio” que se jacta haber logrado en Veracruz?
¿Crisis en la Fiscalía General?
La tarde de este martes corrió como reguero de pólvora el rumor de que la abogada Lucía Lara Carmona habría renunciado a la Coordinación de Fiscales Especializados en Delitos Cometidos por Servidores Públicos, lo que presumiblemente habría generado una crisis interna que tambaleó al fiscal general Jorge Winckler Ortiz.
Una versión similar, de un presunto choque entre el titular de la FGE y su subordinada, se esparció también en los días previos a la elección del pasado 1 de julio pero finalmente no se confirmó la salida de Lara Carmona, quien al parecer no estaba de acuerdo en seguir politizando las indagatorias ministeriales en contra de ex funcionarios duartistas sólo para sacarle raja electoral.
Ya se sabrá en el transcurso de las próximas horas qué tan veraz resultó este trascendido o si sólo se trató de una mera “fake news”. Hasta las 22:00 horas de este martes, la Fiscalía no había hecho oficialmente aún ningún desmentido.