Si el gobernador Miguel Ángel Yunes, hubiera enviado un boletín dando a conocer que siempre no presentaría al Congreso local la propuesta de magistrados para cubrir las 12 vacantes existentes en el Tribunal Superior de Justicia, no habría pasado nada.
Pero el señor quiso soltar un choro y aprovechar la ocasión para poner verdes a los diputados de Morena que horas antes habían cerrado el acceso principal al Congreso para evitar otro albazo.
En su mensaje Yunes dijo cosas muy discutibles: “Desde que rendí protesta como gobernador, me comprometí a preservar la vida libre del Legislativo. Reitero, me comprometí a preservar la vida libre del Legislativo, del Judicial y también de los órganos que gozan de autonomía constitucional”.
Upss, sería cuestión de preguntarle a los diputados de oposición y los magistrados a ver qué piensan sobre este punto.
Más adelante agregó: “Me comprometí a que Veracruz cambiaría y ha cambiado”.
Si se refiere a que hay más ejecuciones, más violencia, más inseguridad y más zozobra ciudadana, entonces sí ha cambiado Veracruz.
“Me comprometí, por ejemplo, a no entregar notarías y otro tipo de beneficios que antes se entregaban de manera habitual”.
¿Y la patente de aspirante a notario que se entregó a Eduardo Domínguez Zamudio, hijo del secretario de Turismo y que se publicó en la Gaceta Oficial del Estado?
Pero bueno, el gobernador insiste en que ha sido respetuoso de los otros dos poderes y de ahí no lo van a sacar.
Donde se soltó el pelo fue cuando le preguntaron su opinión sobre el cierre del Congreso: “Es realmente lamentable y repruebo como gobernador que un grupo de diputados haya clausurado hoy el Congreso poniendo cadenas a la entrada. Eso tiene precedentes, lo hizo (Nicolás) Maduro el año pasado en Venezuela; lo hizo (Augusto) Pinochet en su momento en Chile y lo hizo el coronel (Antonio) Tejero en España cuando entró al Congreso y lo clausuró”.
Pero por Dios… qué desproporción y qué manera de sobredimensionar las cosas.
Lo que hicieron los diputados de Morena no es para aplaudirles, pero su acción está muy lejos de parecerse a la de Maduro, Pinochet o Tejero.
En el caso de los dos primeros, no es de extrañarse el abuso de autoridad de esos gañanes. Pero Antonio Tejero no clausuró el Congreso, tomó por asalto el Palacio de las Cortes porque quería derrocar al gobierno democrático que en ese momento estaba votando al sucesor del presidente Adolfo Suárez.
Es decir, el franquista Tejero quería dar un golpe de Estado.
A los diputados de Morena nunca les pasó por la cabeza derrocar al gobernador cuando esta mañana colocaron unos pinches candados al portón de acceso al Congreso local, pero Yunes Linares no lo piensa así:
“Eso se llama golpismo, se llama autoritarismo, se llama ruptura del orden democrático. No es un tema menor, es un tema muy grave” dijo.
Qué exageración la del señor gobernador.
Lo que hicieron los diputados de Morena (que reitero, no es para aplaudirles), fue evitar un albazo con la imposición de 12 magistrados a modo del gobernador, tal como sucedió con el nombramiento del Fiscal Anticorrupción, Marcos Even Torres, al que 26 diputados del PAN y PRD le regalaron el nombramiento, cuando la Constitución mandata que debieron ser 34 de 50 legisladores los que aprobaran el nombramiento.
En pocas palabras; los diputados impidieron que otra vez se hiciera la voluntad del gobernador mediante los títeres que tiene en el Congreso.
Y es que en el nombramiento del Fiscal Anticorrupción (ahí sí, para que vean), hubo autoritarismo y ruptura del orden democrático.
Y no es un tema menor, es un tema muy grave.
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