Formar una sociedad cooperativa para hacer compras al mayoreo o crear empresas surgidas de asociaciones civiles, grupos de mujeres o incluso vecinales para encontrar soluciones a problemas territoriales a través de la innovación social, para que nuevos productos de organización refuercen tanto el tejido social como el productivo, es una de las estrategias que impulsa la Dirección de Desarrollo Económico de Xalapa.
En la reestructuración de la dependencia, explicó su titular, Alejandro Saldaña Rosas, se creó la Subdirección de Innovación en Economía Solidaria, que es producto del claro enfoque de esta administración municipal para reactivar la actividad económica en barrios, colonias, congregaciones y entre los sectores populares.
Dijo que las cooperativas no necesariamente se conforman para ofrecer un servicio o vender un producto, también están las llamadas de consumo “para adquirir bienes por mayoreo y abatir costos. Así, un colectivo de tienditas de la esquina, por ejemplo, se juntan para comprar de manera masiva insumos y proveer sus establecimientos”.
Incluso los artistas pueden integrar una cooperativa para potenciar sus capacidades de manera organizada, mejorar posibilidades de contratación al tener una figura que les permita facturar, agregó.
Se trata de “todos quienes cuentan con un oficio como albañil, estilista, soldador, carpintero, electricista, etcétera, que no cuentan con papeles que avalen sus conocimientos y muchas veces les cuesta insertarse en el mercado laboral”.
Por su parte, el subdirector de Innovación y Economía Solidaria, Carlos Joaquín Cardoso, señaló que esta área pretende fortalecer el desarrollo humano por encima del capital, privilegiar el desarrollo de las comunidades y no el lucro especulativo a costa de lo que sea y de quien sea.
“La figura de la sociedad cooperativa es uno de los principales instrumentos que tiene la economía solidaria, por eso se estimula dentro de los diferentes colectivos que tienen una actividad productiva y que deseen constituirse legalmente y hallar nuevos canales de comercialización, fondos para crecer en su actividad productiva, generar empleo o desarrollarse como colectivo”, detalló.
Operarán en dos vías: Primero con colectivos que tengan trabajo previo con una dinámica ya establecida entre ellos, además de asociaciones civiles, grupos de mujeres o madres, ceramistas, costureras, cocineras o alfareras, con “el objetivo de que los xalapeños conozcan sobre el cooperativismo”.
El programa de formación cooperativista se divide en cuatro etapas: Primero la concienciación sobre los principios del cooperativismo y la economía solidaria; la formalización de la sociedad cooperativa, con asesoría legal para registrarse ante las instancias y autoridades correspondientes.
La tercera etapa es el acompañamiento y la asistencia técnica, apoyo a las sociedades cooperativas para que en verdad funcionen como tal, “porque una vez constituidas no las podemos abandonar. Por ejemplo, a las mujeres que hacen mole en Chiltoyac las vamos a apoyar con registro de marca, etiqueta, valores nutrimentales, mercadotecnia y asistencia administrativa y de contabilidad”.
La última etapa consiste en consolidar un sistema de cooperativismo en Xalapa. Es decir, vincular a las cooperativas entre ellas: “Una cooperativa de cooperativas, en la que se apoyen entre todas proveyendo insumos o haciendo compras públicas responsables”, concluyó.