Ismael Kelly Pérez, egresado de la Facultad de Mecánica y Eléctrica (FIME) de la Universidad Veracruzana (UV), región Xalapa, dictó la ponencia “Estudio del esparcimiento de la luz en el ojo humano”, a invitación del Centro de Investigación en Inteligencia Artificial (CIIA) y habló de la importancia del diseño de dispositivos optoelectrónicos para la detección del avance de cataratas.
Dio a conocer que a nivel mundial es un padecimiento común debido al incremento de la esperanza de vida de la población, por lo tanto es necesaria la creación de dichos dispositivos para decidir el momento óptimo y conveniente de realizar una operación de cataratas, consistente en extraer el núcleo del lente cristalino y colocar un lente intraocular.
Invitado por el CIIA para ofrecer esta ponencia a estudiantes, académicos, investigadores y público en general, Ismael Kelly dio a conocer que esta área se enfoca en el estudio de la calidad de los medios ópticos que componen al ojo para tratar de detectar enfermedades, afecciones o el proceso de envejecimiento.
Explicó que una de las partes fundamentales en el proceso de visión es la formación de imágenes que ocurren en la retina, las cuales no son perfectas pues sufren ciertas alteraciones debido a la interacción de la luz con los componentes ópticos.
La difracción, aberraciones (como el astigmatismo) y scattering o esparcimiento de la luz, son los tres fenómenos en los que se pueden observar dichas alteraciones.
“Normalmente hay pacientes que a pesar de que es visible la catarata realizan bien sus actividades cotidianas, mientras que a otros les cuesta mucho trabajo”; por esta razón, es importante estudiar este tipo de cuestiones y contar con dispositivos que midan el avance de las cataratas, dijo el ponente.
Comentó que existen algunos dispositivos que tratan de medirlo sin necesidad de la opinión del paciente, y otros donde se requiere conocer qué efecto reconoce la persona en su visión.
Tales procesos son definidos como métodos objetivos e indirectos y la ventaja de estos últimos es que el paciente da información de su calidad óptica. El problema es que al final lo que diga puede ser algo subjetivo.
Otra solución sería diseñar dispositivos donde realmente sea el aparato el que automáticamente determine una medida.
Kelly Pérez, quien tiene 10 años de realizar estudios de procesamiento visual y ha trabajado en el Laboratorio Nacional de Óptica de la Visión, subrayó que a nivel mundial hay muchos investigadores dedicados a comprender elementos significativos de todos los efectos de las aberraciones y del tamaño de la pupila.
Se han realizado trabajos de investigación multidisciplinarios donde interaccionan médicos y científicos de diversas áreas para analizar a fondo los fenómenos dentro del ojo humano.
“Aunque parece un pequeño elemento del cuerpo, tiene una gran cantidad de variantes.”
Puntualizó que si bien se han alcanzado logros importantes es necesario continuar el desarrollo de estudios en esa dirección, sobre todo cuando el uso de dispositivos tecnológicos como celulares, computadoras y tabletas requieren una buena visión.
Asimismo, resaltó que tampoco es sencillo sacar al mercado un dispositivo porque tiene que pasar por una serie de lineamientos médicos.
Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV