Adriana Laura López Lobato, estudiante del Doctorado en Matemáticas impartido en la Universidad Veracruzana (UV), expresó que las mujeres pueden estudiar cualquier disciplina que quieran.
“Las mujeres no debemos tener miedo a cursar carreras como Matemáticas y Física, nos hemos dado cuenta que en los últimos años hay más presencia de mujeres en estas carreras, lo que puede significar un avance.”
Expresó que las mujeres tienen mucho que aportar a las disciplinas del área técnica porque tienen una visión diferente que puede enriquecer y complementar los conocimientos generados.
Comentó que desde que cursaba la secundaria tenía claro su gusto por los temas relacionados con las aplicaciones matemáticas, mismas que son utilizadas en cualquier ámbito profesional y de la vida cotidiana.
Dijo que las matemáticas son una profesión en la que se tiene que trabajar mucho, se debe tener mucha paciencia y dedicación, como lo requiere cualquier otro programa de estudio.
“No diría que las matemáticas son difíciles, diría que son dedicadas y demandantes pues no sólo debemos trabajar en la parte teórica sino también realizar ejercicios, prácticas y experimentos. Se necesita dedicación y esfuerzo, como todas las carreras.”
Fue invitada a hacer estancia en Cimat
Mientras cursaba la Maestría en Matemáticas, Adriana López fue invitada a realizar estancia de un mes en el Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat) campus Guanajuato.
“Me invitó un investigador que desarrollaba el mismo procedimiento que yo abordé en mi tesis, con la finalidad de darme un mes de asesoría para que continuara trabajando el tema.”
La también estudiante de primer semestre del Doctorado en Matemáticas, explicó que el tema consiste en una aplicación utilizada para optimizar las funciones en sistemas computacionales, “por el momento, el trabajo sólo es teórico”.
La estancia fue de un mes (enero-febrero 2017) y dijo que este periodo fue muy favorable para su formación profesional, ya que tuvo la oportunidad de convivir e intercambiar experiencias con estudiantes e investigadores de otras instituciones educativas y de investigación.
“Aunque duró muy poco, trabajé muchísimo. Llegaba a las 9:00 horas y salía a las 21:00, ahí mismo comíamos, incluso tuve compañeros que se quedaban a dormir.
”El Cimat tiene otra metodología de enseñanza que para mí fue muy interesante y me ayudó a desarrollar el tema, además de tener la oportunidad de convivir y conformar relaciones que perduren.”
Paola Cortés Pérez/Prensa UV