María Larrondo Petrie, directora ejecutiva del Consorcio de Instituciones de Ingeniería de América Latina y el Caribe (LACCEI, por sus siglas en inglés), dijo que los estudiantes de ingeniería pueden ser el vínculo para que jóvenes de secundaria y bachillerato se interesen en cursar programas técnicos de educación superior.
La especialista dictó la conferencia “Casos de mujeres latinoamericanas y caribeñas-líderes impactantes en las ingenierías”, en el marco de la International School of Summer de la Universidad Veracruzana (ISSUV), que tiene como tema central “Desarrollo internacional a través de las mujeres en la tecnología”.
La charla –que fue a través del sistema de videoconferencias– se realizó la tarde del miércoles 4 de julio en la Unidad de Servicios Bibliotecarios y de Información (USBI) región Xalapa.
La Directora Ejecutiva del LACCEI dijo que una forma de incentivar a las mujeres y a los grupos minoritarios a cursar programas técnicos en instituciones de educación superior (IES), es mediante la figura del mentor, que puede ser un estudiante de ingeniería o algún académico que sirvan de guía a lo largo de la disciplina.
Asimismo, comentó que los mentores pueden ser el vínculo entre las universidades y los niveles de secundaria y bachillerato, para incrementar la presencia de mujeres en estos programa educativos.
“Ésta puede ser un arma de doble filo, por un lado puede atraer a más jóvenes a estudiar una ingeniería y por otro lado ayudará a disminuir los índices de deserción. Además, está comprobada la eficacia del programa de mentores ya que incrementa al doble la presencia de mujeres y grupos minoritarios en las ingenierías.”
Aunque en el continente americano hay muchas mujeres exitosas en el área de las ingenierías, dijo que aún está el desafío para que sean aún más las que estudien alguna ingeniería, ejemplo de ello es que de los 35 países que conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) sólo siete han nombrado a mujeres como ministras en ciencia y tecnología.
Para lograrlo, planteó estrategias específicas que han tenido resultados positivos, de acuerdo con la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
Indicó que las estrategias son: proveer mentores, quienes pueden guiar o asesorar en las disciplinas; tener acceso a proyectos denominados service learning, que es el aprendizaje que surge al brindar algún servicio a la comunidad; incrementar el aprendizaje mediante proyectos reales, como una forma de práctica en clases; aumentar el entrenamiento de pensamiento especial, pues está comprobado que a las mujeres se les complica observar y mover objetos en 2D y 3D; y entrenamiento en materia de liderazgo y competencias estudiantiles.
Paola Cortés Pérez/Avc