La disciplina, constancia, práctica y esfuerzo diario son elementos primordiales para Marina Méndez Juárez, alumna de la carrera de Danza Contemporánea de la Universidad Veracruzana (UV), quien a principios del presente año audicionó y fue aceptada en The School of Toronto Dance Theatre, en Canadá, donde realizará una estancia de 12 meses para el perfeccionamiento de su técnica.
La joven, originaria de esta ciudad, quien acaba de concluir el octavo semestre en la Facultad de Danza, partirá a finales de agosto a esa ciudad para iniciar –el 4 de septiembre– su entrenamiento que podría extenderse hasta tres años.
Alentada por la ilusión de convertirse en toda una profesional de este arte del movimiento corporal, Marina agradeció el respaldo obtenido de la Rectoría de la UV, la Facultad de Danza, la Dirección General del Área Académica de Artes (DGAAA) y la Coordinación de Movilidad Estudiantil y Académica, para aprovechar esta oportunidad.
En entrevista para Universo, comentó que esta historia empezó cuando a corta edad visitó por primera vez ─junto con su mamá─ la ciudad de Toronto, Canadá.
A su ingresó a la UV trabajó arduamente para reunir recursos y viajar nuevamente a la capital de ese país, situación que repitió por dos ocasiones más, también con el fin de buscar alguna escuela de Danza en la cual perfeccionar su técnica.
Fue en un verano del año pasado que decidió audicionar en The School of Toronto Dance Theatre, pues tenía buenas referencias al ser una escuela de alto rendimiento de donde egresan bailarines técnicamente fuertes y precisos.
Sin pensar que llegaría a ser aceptada dio ese gran paso y lo logró; sin embargo, en ese momento carecía de recursos económicos y de los documentos oficiales para inscribirse.
Narró que al dirigirse con los directivos de la escuela le dieron la opción de grabar su audición y enviarla en cuanto solucionara su situación, lo cual hizo en enero del presente año y al siguiente mes recibió la notificación de que todo su esfuerzo había valido la pena pues nuevamente fue aceptada.
Ahora, enfocada en esta estancia que posiblemente se prolongue tres años más, debido a que el programa de estudios de esa institución así lo establece, destacó la importancia –para todos los universitarios– de forjarse una meta desde el inicio de la carrera.
En su caso, en los últimos años hizo un esfuerzo por perfeccionar el idioma inglés, además de agregar dosis de constancia y disciplina a su preparación diaria.
No obstante, sobreponerse a sí misma ha sido uno de las circunstancias más difíciles que ha enfrentado, superar muchas veces el cansancio y convencerse de que valía la pena continuar.
Como estudiante señaló que es fundamental dedicar cuatro horas a la práctica de esta expresión corporal, así como a los aspectos teóricos también imprescindibles en su formación artística.
“Cursar esta carrera ha sido un proceso interesante, he descubierto que la danza no sólo es moverse, he aprendido muchas cosas tanto del arte como de mi ser interior.”
Resaltó que cualquier persona debe tener un entendimiento con su cuerpo y la capacidad de moverse, pues es algo sano que como seres humanos necesitamos.
“No creo que una cualidad del ser humano sea el sedentarismo, aunque sea en poca medida pero el constante movimiento es algo que nos mantiene sanos”, agregó.
Manifestó que todas las enseñanzas recibidas en las aulas y en la UV la han ayudado a crear un sentimiento de empatía con las personas y con las situaciones en general, es decir, ponerse en los zapatos de los demás sobre todo ante los difíciles momentos que vivimos.
Respecto a la estancia de movilidad, dio a conocer que aunado a sus estudios también trabajará para sostenerse económicamente.
Por fortuna, a pesar de ser una ciudad cara, en Toronto existen oportunidades de empleo pensadas especialmente para estudiantes, ya que sólo trabajan de tres a cuatro horas.
La joven reiteró el agradecimiento hacia las autoridades de la UV, especialmente a la directora de la Facultad de Danza, Nahomi Bonilla Sainz, quien gestionó una función de danza para este miércoles 27 de junio, a las 20:00 horas, en el Teatro J.J. Herrera de esta ciudad, con el fin de recaudar recursos para el viaje de Marina.
“Es algo que no les pedí, lo están haciendo por mí y estoy muy agradecida.”
También expresó que para ella es muy motivante la historia y el logro de Isaac Hernández, bailarín principal del Ballet Nacional de Inglaterra, quien recientemente obtuvo el premio más importante de la danza denominado Prix Benois de la Danse.
“Si él pudo, cualquiera que quiera y trabaje lo puede lograr”, aseveró.
Acerca de las oportunidades de los egresados de la Facultad de Danza de la UV, opinó que son muchas pero depende de cada quien obtenerlas ya sea a nivel nacional e internacional, de estar siempre activos, recibir becas y participar en cursos.
“Sí hay muchas oportunidades pero depende de cada quien buscarlas, mi generación ya no puede darse el lujo de ser apática, tiene que estar en constante movimiento.”
Uno de sus sueños y aspiración personal, dijo, es llegar a formar parte de una compañía de danza de Inglaterra, la cual trabaja con bailarines de alto rendimiento que han perdido alguna extremidad del cuerpo, situación que no les ha impedido alcanzar sus metas.
Claudia Peralta Vázquez/Prensa UV