La UNAM instaló una estación de monitoreo sísmico a casi ocho kilómetros del Volcán de Fuego, para darle seguimiento y enviar la información vía satélite en tiempo real por lo que pueblo y gobierno de Guatemala agradeció a esta casa de estudios su apoyo científico.
Robin Campion y Denis Xavier Francois Legrand, investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM compartieron su experiencia de 10 días, con la perspectiva de seguir colaborando con Guatemala y otras naciones de Centroamérica en el monitoreo volcánico, y su apoyo al Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (Insivumeh) de Guatemala.
Además, la UNAM explora la posibilidad de crear una red de cooperación no sólo para los volcanes de Guatemala, sino de Centroamérica, como el Pacaya, Santiaguito, Tacanal –en la frontera con México–, el San Miguel, en El Salvador; el Concepción, el Motombo, en Ecuador, además de otros tantos en Costa Rica.
La estación se suma a dos más en operación, que también fueron revisadas, junto con los sistemas de monitoreo de gases (que no funcionaban). Además, gestionaron el apoyo del Servicio Geológico de Estados Unidos para obtener un nuevo instrumento de revisión y capacitar a los especialistas guatemaltecos en su uso para realizar las mediciones pertinentes.
Tres estaciones es lo mínimo necesario para continuar con el monitoreo de la actividad no sólo del Volcán de Fuego, sino del Pacaya.
Al respecto, Campion destacó que las erupciones del Volcán de Fuego son cada vez menos, pero su potencia es cada vez mayor, “así que es primordial dar seguimiento al monitoreo en los próximos años.
“Es posible que si los tiempos entre erupciones se siguen alargando, la próxima sea más violenta, aunque esta última no alcanzó la magnitud de la registrada en 1974. Es más fuerte que las ocurridas desde que el volcán despertó, en 1999, pero por debajo de lo que tiene capacidad de hacer”, remarcó.
El monitoreo permanente en la región es difícil, pues Guatemala no cuenta con los especialistas suficientes para dar seguimiento a sus colosos. “Tienen cuatro vulcanólogos para monitorear 35 volcanes, de los cuales tres están entre los más activos del mundo.
Visión a largo plazo
Hugo Delgado Granados, director del IGf, precisó que es clave continuar con la capacitación de personal calificado; por ello, ya negocian un convenio con el Insivumeh.
A inicios de junio, recordó, dos de los cuatro expertos de Guatemala vinieron a México para recibir capacitación en el Servicio Sismológico Nacional, y se espera seguir con ese proceso.
“Ofrecemos esta ayuda de forma desinteresada y esperamos que pueda hacerse de manera programática”.
Delgado Granados recordó que en el país centroamericano aún se encuentran en alerta, pues aunque ya pasaron los flujos piroclásticos, llegaron las lluvias y con ellas el riesgo de lahares.
Para dar forma a esta Red, indicó, se requiere el compromiso gubernamental de las naciones, por lo que se está trabajando en ese sentido.
La actividad volcánica en el mundo no ha aumentado, pero hoy se conoce más sobre los colosos en erupción debido a los modernos sistemas de comunicación. “Todos los días hacen erupción más de 20, pero sólo aquellos que tienen actividad más allá de lo normal son difundidos”, concluyó Delgado Granados.