Las alertas de género en Veracruz, en particular la emitida por la violencia feminicida, está funcionando solo como un trámite burocrático, que no resuelve la problemática del feminicidio ni siquiera en los once municipios contemplados en ella, reconoció la académica Estela Casados González.
Dijo que está situación se hace evidente cuando municipios como Coatzacoalcos, Córdoba y Orizaba están contemplados en la declaratoria y siguen siendo escenarios de feminicidio y homicidios de mujeres, casos que año con año van en aumento.
Esta es una muestra, dijo, de que desde el ámbito del Gobierno Federal y Estatal no se está atendiendo que las alertas verdaderamente funcionen y sólo se da cumplimiento a los trámites burocráticos, pues no hay acciones contundentes que frenen la violencia feminicida.
Tampoco la sociedad está reaccionando de manera positiva a las acciones de la alerta, pues se sigue revictimizando a las mujeres y responsabilizándolas de la violencia que sufren.
Dijo que existe un desinterés profundo en resolver el tema, al grado de que ni siquiera se alcanza a percibir la gravedad que tienen las pérdidas económicas, registradas en el Producto Interno Bruto (PIB), por los recursos públicos que se tienen que aplicar en atender la violencia feminicida, cuando esto no tendría que ser así si es que se frenará la violencia de género.
Agregó que si la violencia feminicida se previniera, en lugar de atenderse cuando ya ocurrió, los recursos destinados a paliar sus efectos podrían ser utilizados para el empoderamiento de las mujeres, para acciones de igualdad, e incluso para garantizar mayores espacios a mujeres a través de la formación de liderazgos.
Mientras tanto reconoció que cada año se ve un incremento en la violencia feminicida en México y por lo tanto en Veracruz y dijo que la zona de Coatzacoalcos, Minatitlán y Acayucan es una de las regiones con mayores índices de crímenes en contra de las mujeres.
Eso ocurre también en Córdoba y Orizaba, donde apenas la semana pasada la población se organizó para realizar una marcha con la que se exigiría un alto a la violencia feminicida, luego de la desaparición dos jovencitas y el hallazgo de una de ellas asesinada.
Brisa Gómez/Avc