Alvarado, Ver.- Un policía estira la liga de su resortera a todo lo que da desde la batea de la camioneta en la que patrulla. Otro porta la resortera en la cartuchera y una bolsa de piedras amarrada al cinturón.
Todos se ríen.
“Quítale el seguro”, bromea una oficial cuando otros muestran “su arma”.
Uno de ellos cuenta que tras el desarme y el problema que han tenido las personas les han pedido el respeto y ahora solo les gritan en la calle cosas referentes al “charpe”.
Los Policías Municipales fueron desarmados desde el pasado sábado por parte del Gobierno del Estado bajo el argumento de la falta de acreditación de algunos elementos, por lo que el Gobierno Municipal los dotó de resorteras y bolsas de piedras a modo de arma.
“Esto no es una resortera, esto es mi arma”, dijo un elemento que se tomó tan enserio ese armamento que hizo el suyo propio con madera.
Pero lo que se ha convertido en la broma, para algunos de ellos puede ser algo peligroso al patrullar y enfrentar delincuencia sin armamento.
“Sí la verdad sí, nos sentimos inseguros como policías. Como policías nos sentimos inseguros, como todo policía pues tenemos detenciones, hay gente que nos conoce y puede haber represalias, más ahorita que no tenemos armas”, dijo bajo anonimato uno de los 30 policías que sí están acreditados (de 100), y que debe cuidar un municipio donde hace un año encontraron una fosa clandestina con 47 cuerpos en la comunidad de Arbolillo, muestra de la delincuencia que opera en la región.
Contrario a él, armado con resortera y piedras, los Policías Estatales recorren la región con sus armas largas y la cara cubierta, lo que se supone solo pasa en sitios donde revelar su identidad los deja en peligro.
Ana Alicia Osorio/Avc