El final a 158 días. Importante entender y aprender, ancestral y sencilla lección: a toda acción de malos y peores gobernantes, tarde o temprano, corresponde una reacción popular.
Siguen gasolinazos y crecimiento de precios. Devaluación, bajo o nulo crecimiento económico; crece informalidad y faltan más y más empleos; mediocres salarios, con escasas o nulas prestaciones. Aumentan pobreza, hambre y marginación, así como más inseguridad y corrupción.
Breve y rápida reflexión, de acuerdo a hechos y no a dichos, discursos y declaraciones. Ineficiencia, corrupción e impunidad, caracterizan a los últimos gobiernos, que han ocasionado ya, una reacción ciudadana y social inocultable, de más y más indignados e inconformes.
Demostrado y padecido, lo inapropiado que es seguir con más de lo mismo y peor. Sostener intocables y reciclables (del partido que sean), es apoyar corrupción e impunidad gubernamental.
Políticos y partidos, ineptos y corruptos olvidan o quieren minimizar, el lenguaje de la realidad, en la que día a día sobreviven millones y millones que, por ahora, pacíficamente exigen un cambio verdadero.
Hay que evitar inestabilidad y violencia. Prioritario atender y resolver, necesidades y prioridades, conflictos y problemas sociales, en forma civilizada y pacífica.,
De ahí que es importante identificar, con objetividad, lo que ayuda a entender lo que sucede.
Hasta hoy, casi todas las fuentes pronostican la derrota del PRIANRD en el país y en Veracruz. Y también, señalar por qué se identifica a MORENA como el partido de las preferencias mayoritarias. El resultado electoral habrá de definir quienes ganan y obtienen, credibilidad y confianza popular.
Imprescindible votar; y determinante defender la decisión mayoritaria. En todo caso, combatir hampa electoral y elección de estado, apoyada con personal y recursos públicos.
Ineptocracia y transgresión oficial
Se prueba y comprueba, que el gobierno funciona mal y peor, cuando no atiende primero, lo primero; cuando el autoritarismo y nepotismo se imponen, se mal administra, endeuda, privatiza o concesiona, hasta el debilitamiento y destrucción de instituciones.
Por primera vez en Veracruz, hasta el Poder Judicial está sobre endeudado.
Historia recurrente de discrecionalidad, improvisación y ocurrencias; repetición de arbitrariedad y convenenciera simulación que impone la opacidad, para encubrir incapacidad, para facilitar utilidades y beneficios, al interés personal, familiar y de grupo.
Urge erradicar opacidad e imponer evaluación social.
Indispensable la información pública actualizada, confiable y accesible. No debe dejarse de insistir y preguntar. ¿De qué tamaño es el daño recibido y cuál es ya, el acumulado por el gobierno actual? ¿A cuánto asciende el total-total de deuda pública estatal y municipal? ¿Dónde están los miles de millones de pesos presupuestados y desaparecidos? ¿Y los resultados de la entrega recepción? ¿Cuántos despedidos y nuevos contratados van? ¿Renovar o autorizar más concesiones y privatizaciones, para beneficiar a quienes? ¿Cuál es el costo de la reestructuración de la deuda? ¿Es obligatorio sostener a funcionarios ineptos o mediocres con ofensivos supe sueldos y beneficios especiales?
Sobran evidencias que a los veracruzanos no se les atiende, ni bien ni a tiempo; más bien se les limita y sacrifica, cada vez más y más, entre otras razones, porque buena parte del remedio (o sea el gobierno) ya se ha convertido en parte o la enfermedad que se padece; ejemplos, corrupción e impunidad en aumento. ¿Cómo destinar tiempo y recursos públicos, a través de conocidos saqueadores, simuladores y encubridores? ¿Cómo usar un remedio que en parte o todo está afectado?
Conexión y empatía
En estas elecciones, ganará quien se haya conectado e identificado con el sentir y el reclamo popular; quien atienda y entienda a la gente; y ésta, a su vez, se identifique y otorgue su apoyo.
Previsible que se intentaran todo tipo de artimañas y marrullerías, trampas y manipulaciones, para atraer o alterar esa voluntad popular. La padecida hampa electoral despliega todos sus trucos y acostumbradas formas de obtener sentencias, actas y votos.
Lo sabemos pero no aprendemos. Lo padecemos pero no lo erradicamos. Desgobierno que se repite, con mayores daños. Total, parte de esa pésima tradición es patear el bote, consumir el futuro y hacer que paguen los que vienen y que incluso, muchos todavía no nacen. Nada de esto es nuevo. Si el calvario que se vive no se aprende, habrá que volver a vivirlo, igual o peor.
Las ineptocracias de la delincuencia gubernamental pueden ser, son un gran negocio. Eso sí, ni tan tontos ni tan desmemoriados, atrás de complicidad, desinterés, dejar hacer y dejar pasar, siempre hay un beneficio, una utilidad. Total los costos, las consecuencias esas si se hacen sociales; como siempre, con cargo al presupuesto.
Impostergable prioridad
Primero los pobres, porque no es justo mantener a millones y millones de seres humanos sobreviviendo de caridad, sobras y desperdicios. No es humano que vivan casi como animales. Pero además, porque son muchos y siguen creciendo, demandando derechos, oportunidades y servicios públicos.
Entiéndase, no atenderlos implica sacrificarlos y cancelarles expectativas y esperanzas. Con la desatención recurrente de la pobreza, se mantienen abiertas las puertas de la inconformidad y hasta de la violencia. No hay estabilidad ni paz públicas. Luego entonces nadie está seguro.
Hay, desde luego, activos importantes de los que se puede disponer. Logros y avances que no se pueden ignorar, despreciar o minimizar.
Porque ha costado mucho alcanzarlos hay que defenderlos y fortalecerlos.
En todo caso, garantizar seguridad, salud, educación, y recreación; así como, promover inversiones públicas y privadas, que mejoren condiciones de vida, a través de la generación de empleos, eso sí, con salarios dignos.
Lo grave no es cometer el error en el esfuerzo; incluso, hasta la pérdida se podría justificar en un buen intento. Lo grave es que hasta de esta situación se aprovechan quienes están siempre dispuestos a saquear recursos públicos y destruir instituciones, para obtener ventajas, beneficios y privilegios, sobretodo concesionando, privatizando o rematando lo público.
Recuérdese siempre. Hasta hoy, cero por cero, da cero. La suma de ceros, da cero. Más de lo mismo, da lo mismo. Se cosecha lo que se siembra.
-Academico.IIESESUV @RafaelAriasH,Facebook:VeracruzHoydeRafaelAriasH