«Déjame morir», es la sentida petición de Isabel, esposa de Nicolás Hernández Contreras, una mujer enferma que ya no cuenta con los servicios del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) porque el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) se ha negado a entregar el estatus de pensionado al ex juez de primera instancia de Coatepec.
Desde hace un año, esta pareja de adultos mayores ha luchado por mantenerse «a flote» y ha tenido que gastar sus últimos ahorros para pagar los tratamientos médicos de ella.
Él es uno de los ocho ex jueces que presentaron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) por la violación de su derecho a la pensión.
«En agosto de 2017 tramité mi pensión y a la fecha no he recibido respuesta por parte de las autoridades. No he recibido el acuerdo correspondiente y me dijeron que tras este debo esperar siete meses para el pago de mi primer pensión».
La situación del matrimonio es crítica porque su esposa debe recibir hemodiálisis cada tercer día, lo cual significa pagar mil 350 pesos por cada servicio, dinero que no tienen.
«Voy a seguir luchando, pero me ha dicho que la deje morir, cómo va a ser posible, vamos a seguir luchando y por eso acudimos a la Comisión Estatal de Derechos Humanos», relató.
Ante la omisión de las autoridades, perdió sus derechos ante IMSS y ahora ha tenido que pagar los tratamientos médicos de su esposa con los ahorros que hizo durante su paso por el Poder Judicial.
«Mis ahorros se me están agotando y esa es mi preocupación, voy a llegar al abismo y qué va a pasar cuando se me acabe el dinero».
Otro caso es el de Laurentino Sosa Capistrán, que se acogió a la invitación del Poder Judicial de retiro y ahora, desde noviembre del año pasado el IPE le ha negado el pago de su pensión.
“Presenté mis documentos al IPE desde julio, antes de causar la baja. Yo también tengo el caso de que mi esposa tiene un problema de salud. Al causar baja automáticamente se nos suspende el servicio del Seguro Social, yo también he estado utilizando los ahorros para ir solventando esos gastos médicos pero llega el momento en que se van a agotar y el IPE seguirá sin pagar”.
Por si fuera poco, además del pago de servicios médicos particulares tienen que cubrir los pagos básicos como la luz, el gas y el agua.
«Estamos ya casi al final de la cuesta, con muchos problemas económicos porque hay que pagar servicios y el IPE eso no lo toma en cuenta».
Dijo que hasta ahora el IPE no le ha dado una fecha para el pago de sus prestaciones acumuladas durante 40 años de servicio y temen que tome más tiempo del que ya se ha llevado.
«Hay un compañero a quien le tardaron 2 años en cubrirle el retroactivo, esta prestación debería de cubrir el tiempo que estamos sin recibir la pensión pero mientras esto ocurre ya hemos tenido.
Perla Sandoval/Avc