Este domingo, al concluir en Tuxpan su reunión con el grupo Coordinación Veracruz y dar el parte de novedades, el gobernador Miguel Ángel Yunes Linares, dio a conocer que en los últimos siete días se incrementó “ligeramente” el número de ejecuciones.
¿Qué tan ligero fue el incremento? No lo dijo porque de inmediato anunció que ya se colocaron en Tuxpan 77 postes que sostendrán las casi 300 cámaras de videovigilancia que habrá en ese puerto; también anunció el rescate de dos víctimas de secuestro, la detención de dos bandas de secuestradores, una de narcomenudistas y a un pederasta.
Nada sobre las mujeres asesinadas los primeros días de junio; nada sobre los ejecutados y asaltados en la semana; simplemente dio un breve resumen donde se abstuvo de clasificar los delitos como en otras ocasiones, a cambio de privilegiar la detención de delincuentes y el rescate de las víctimas.
También dijo que las boletas electorales serán protegidas por soldados, marinos y policías estatales; protección que ya quisieran los veracruzanos.
Cuando una reportera le preguntó por los posibles brotes de violencia durante las elecciones Yunes Linares contestó: “No hay ninguna razón para pensar que pudiera haberlos. En Veracruz hay condiciones óptimas para que la elección se lleve a cabo”.
Su respuesta contradice a la presidenta de la Asociación Nacional de Alcaldes, Yolanda Tellería Beltrán, que dio a conocer que en Veracruz y tres estados más (Oaxaca, Guerrero y Michoacán) se concentra el 55% de los asesinatos a alcaldes y ex alcaldes del país.
¿Miente la también alcaldesa de Pachuca?
La organización Alto al Secuestro por su parte, volvió a colocar a Veracruz en los primeros lugares en ese renglón junto con el Estado de México y Tamaulipas.
Si mayo fue duro en secuestros, junio está siendo un mes especialmente cruel con las mujeres veracruzanas. Siete fueron asesinadas en distintos puntos de la entidad los primeros diez días del mes y una el domingo 11.
Pero tras su reunión en Tuxpan, Yunes Linares afirmó: “Se advierte una disminución en la incidencia delictiva. Esta semana se incrementó ‘ligeramente’ el número de ejecuciones”.
Si el índice delictivo ha bajado, pero se han incrementado las ejecuciones, algo no anda nada bien en la entidad. Además, la frase provoca desconcierto.
Cuando otra reportera le insistió sobre el número de ejecutados en la semana, el gobernador se negó a responder argumentando que no quiere fomentar el ajuste de cuentas entre criminales.
Ah vaya.
¿Es que acaso todos los ejecutados y las mujeres asesinadas tuvieron que ver con la delincuencia? ¿Ocultar la cifra detendrá el festín de sangre de los criminales?
Yunes Linares no tenía por qué recurrir a la falacia; si hubiera dicho que lo que no quiere es alarmar más a la ciudadanía, le habríamos creído.
Ante este panorama tan bárbaro, ¿cómo creer que el hijo del gobernador podrá con la delincuencia y disminuirá la violencia cuando su padre ha fracasado?
Si Yunes Linares engañó a 800 mil incautos que votaron por él porque les prometió acabar con la inseguridad, ¿por qué poner nuestra confianza en su vástago cuando nos reitera con enfadosa insistencia, que con él como gobernador ahora sí Veracruz tendrá paz y tranquilidad?
Si esto fuera cierto, tan sencillo como que le pase de una vez la fórmula a su papá, para que detenga las ejecuciones y secuestros que inevitablemente y por desgracia ocurrirán de aquí al 30 de noviembre.