Primero mandaron a un grupúsculo de supuestos militantes de MORENA para anunciar públicamente, frente a Palacio de Gobierno, su renuncia al partido lopezobradorista y quemar sus credenciales. Posteriormente hicieron circular por las redes sociales un “aviso urgente” atribuido a un presunto cártel delictivo, en el que se advertía a los destinatarios que no acudieran “al evento de las 5 de la tarde en Plasa (sic) Lerdo” porque “va a haber muertes…durante la visita (sic) del Mecías” (sic), en alusión obviamente al candidato presidencial que encabeza todas las encuestas, Andrés Manuel López Obrador.
“Ahy (sic) estaremos en la ‘Plaza Lerdo’ viendo y tomando nota de los presentes para después ir a sus domicilios… Aquí mandamos nosotros.!!!”, sentenciaban.
Sin embargo, si el propósito era desanimar e intimidar a los simpatizantes del más fuerte aspirante a la Presidencia de la República para que no atiborraran la Plaza Lerdo y las calles adyacentes a la avenida Enríquez –como el sábado anterior, con millares de acarreados, lo había hecho también el hijo del gobernador Miguel Ángel Yunes Linares que pretende sucederlo en el poder–, pues simplemente les falló porque calculan que asistieron alrededor de 30 mil simpatizantes, entre ellos el diputado federal tuxpeño y ex dirigente estatal del PRI, Alberto Silva Ramos.
Eso sí, el único que no llegó al mitin fue el alcalde morenista de Xalapa, Hipólito Rodríguez Herrero, quien solo se asomó al balcón de su despacho en Palacio Municipal. Su ausencia sorprendió ya que la semana anterior había anunciado que pediría permiso al Cabildo porque el evento de López Obrador sería en un día y a una hora oficialmente laborable.
Una versión que corrió entre algunos líderes locales de MORENA es que le habrían sugerido al presidente municipal que no se presentara.
Lo que no se sabe aún es si la petición al académico e investigador de la UV y del CIESAS-Golfo fue porque sus bonos están ya muy devaluados ante la decepcionada ciudadanía xalapeña que bien pudo exponerlo a que hasta lo abuchearan –lo que obviamente habría demeritado el cierre regional de la campaña presidencial de López Obrador–, o si su exclusión se debió a su investidura de servidor público en funciones, lo que habría constituido un congruente mensaje para el titular del Poder Ejecutivo del estado, el cual se ha erigido en el principal promotor de la candidatura de su primogénito que aspira a relevarlo en el gobierno de Veracruz.
Y es que casualmente dos días antes, la ministra en retiro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Olga Sánchez Cordero –quien ha sido incluida por López Obrador como secretaria de Gobernación en su futuro gabinete en caso de ganar la elección presidencial–, estuvo en Xalapa donde en conferencia con el Sindicato de Trabajadores de la Benemérita Escuela Normal Veracruzana “Enrique C. Rébsamen” y en entrevistas concedidas a representantes de diversos medios de comunicación reiteró que para pacificar al país se tenía que empezar por el respeto de las autoridades al actual proceso electoral.
“Que se oiga bien y que se escuche lejos”, expresó, exhortando a los gobiernos de los estados, al federal y a las autoridades electorales que no se entrometieran, “no sólo por el bien del Estado (refiriéndose concretamente a Veracruz) sino de México”.
“Ustedes tienen la responsabilidad señores gobernadores y señor Presidente del cauce de la legalidad, que el proceso electoral sea ordenado, democrático, institucional y pacífico”, remarcó Sánchez Cordero, quien insistió: “Se los exigimos como mexicanos, el bien superior de la Nación es lo que estamos reclamando porque de ellos depende la gobernabilidad del país, la transición pacífica”.
En el estado de Puebla, donde gobierna Antonio Gali –tan panista como Yunes Linares–, parecen haber entendido el mensaje; imparcialidad que al mandatario poblano le ha generado un serio conflicto con su antecesor Rafael Moreno Valle, cuya esposa Martha Érika Alonso, quien contiende como candidata del frente PAN-PRD-MC a la gubernatura, mantiene un virtual empate técnico en las encuestas con el abanderado de MORENA-PT-PES, Luis Miguel Barbosa.
Gali, a diferencia de Yunes Linares en Veracruz, ha tomado distancia para evitarse problemas con las autoridades electorales y con los votantes poblanos, cuando el ex gobernador Moreno Valle esperaba que su sucesor se metiera a operar de lleno en favor de la aspirante frentista, como él lo hizo en el 2016 para apoyar a su sucesor.
Pero el mandatario poblano ni siquiera se presentó el domingo antepasado en el mega evento que Moreno Valle le organizó en el pueblo mágico de Cuetzalan al candidato presidencial de la coalición “Por México al frente”, Ricardo Anaya, al que asistieron únicamente seis de los doce gobernadores del PAN, entre los cuales, ¡oh, sorpresa!, tampoco estuvo Yunes.
Abogados respaldan a Anilú
Este martes, en el hotel Diligencias del puerto de Veracruz, integrantes del Colegio de Abogados del estado y líderes sindicales sostuvieron una reunión con la candidata plurinominal del PRI, Anilú Ingram Vallines, y demás abanderados priistas a diputados locales y federales de mayoría relativa.
En el encuentro recordaron que siendo diputada local y presidenta del Congreso del estado, la ex legisladora del tricolor trabajó de manera coordinada con los integrantes del Colegio impulsando iniciativas y asuntos de relevancia para los veracruzanos, como la creación de Juzgados familiares y reformas al Código Civil del estado.
Le reconocieron que cumplió todos los compromisos legislativos y acuerdos con el Colegio de Abogados.
Por ello, una vez más acordaron diversas acciones que impulsarán de forma conjunta.
Anilú Ingram agradeció la confianza y apoyo de los integrantes de este organismo y se comprometió a coordinarse con ellos para que su representación sea efectiva en la Cámara baja del Congreso de la Unión.
Entre los puntos que, dijo, quedarán pendientes en la agenda legislativa federal están los del fuero constitucional, la designación del Fiscal general así como el Fiscal Anticorrupción.
Pero los abogados también manifestaron otros temas que les inquietan, de los cuales tomó nota la candidata priista que tiene virtualmente amarrada la diputación por ser de representación proporcional.