La Comisión de Salud de la LXIII Legislatura del Congreso de la Unión, que preside el diputado Elías Octavio Íñiguez Mejía, dio entrada a la iniciativa de decreto presentada por la Universidad Veracruzana (UV) para que se reforme el Artículo 181 de la Ley General de Salud en lo relativo a la regulación para la prescripción y uso de esteroides anabólicos androgénicos (EAA) en México.
José Luis Castillo Hernández, integrante del cuerpo académico (CA) Estilos de Vida Saludable de la Facultad de Nutrición, dio a conocer lo anterior y señaló que la iniciativa basada en la evidencia fue elaborada conjuntamente con investigadores del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ) de esta casa de estudios.
En la iniciativa, precisó, se propone la reforma al Artículo 17 bis y adiciona la Fracción VIII al Artículo 181 de la Ley General de Salud. En el primer caso, para “emitir normas técnicas obligatorias o directivas generales aplicables a los establecimientos cubiertos o descubiertos, destinados para la práctica de ejercicios corporales o deportes”; y el agregado, “en general, para ejercer actividades similares a las anteriores ante situaciones que causen o puedan causar riesgos o daños a la salud de las personas”.
Por su parte Yolanda Romero Hernández, integrante del CA, expuso que la iniciativa de reforma a la Ley General de Salud es resultado de un trabajo de investigación que inició en 2008 y se retomó en 2017, visitando 15 gimnasios del municipio de Xalapa para conocer, con consentimiento informado, el índice de consumo de EAA por usuarios que acuden a realizar la práctica de algún deporte en esos espacios.
De acuerdo a la encuesta aplicada de manera anónima, se pudo saber que el 25 por ciento de los encuestados consume los anabólicos, los cuales son prescritos –en su mayoría– por los instructores deportivos, quienes carecen de los conocimientos elementales para ello; en otros casos, los consumidores se orientan a través de Internet, que es una fuente no profesional. “Sin embargo, el consumo de esteroides está permitido pero no regulado por prescripción médica”, aseguró la académica.
Debido al vacío que existe por la falta de regulación en el consumo de estas sustancias dopantes, Romero Hernández destacó que los riesgos de daños a la salud son altos, entre los que se encuentran: cáncer de hígado y próstata, disturbios psicológicos, caída del cabello, hipertensión, patologías cardiovasculares, adicción y dependencia de los productos.
Castillo Hernández indicó que la propuesta presentada a la Cámara de Diputados Federal es apoyada por la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la Dirección General de Protección contra Riesgos Sanitarios de la Secretaría de Salud federal y la Red Mexicana de Universidades Promotoras de la Salud, que aglutina a más de 80 universidades públicas y privadas del país, organización que actualmente preside la rectoría de la Universidad Autónoma de Aguascalientes, y que en octubre próximo la presidencia será asumida por la rectora de la UV, Sara Ladrón de Guevara.
José Luis Couttolenc Soto/Prensa UV