“Había una vez una palabra, redonda, brillante y hermosa, y dentro –se dice– estaba el mundo, y ahí los seres humanos contándonos historias”. Así inició en Xalapa el Primer Festival Internacional de Narración Itinerante, una montaña de cuentos que abraza a las comunidades, con representantes de Colombia, Chile, Argentina y España, así como de los estados de Veracruz e Hidalgo.
La directora general del festival, Arely León Sánchez, dijo que se trata de un evento autogestionado que recibió el apoyo del Ayuntamiento de Xalapa y la Universidad Veracruzana (UV), y surgió a partir del programa de promoción de la lectura en la comunidad de Conejos, Perote: “Cuando vieron lo que estaba haciendo en la montaña recibí mucho apoyo y comenzamos a armar la convocatoria”.
Explicó que su objetivo principal fue crear un proyecto comunitario para difundir el gusto por la lectura y los libros, además de realizar un festival diferente en el que los artistas no busquen el aplauso, sino estar con la gente: “Que nos cuenten sus historias, trabajar la memoria y la identidad”.
Explicó que son once colaboradores y durante esta primera edición, del 24 de mayo al 3 de junio, visitarán varias comunidades y cabeceras municipales como Almolonga, Coyolillo, Perote, Tlacotalpan y Xalapa, en la congregación de Chiltoyac. Este martes, a las 18:00 horas, se desarrollará un conversatorio en la Iniciativa Municipal de Arte y Cultura (IMAC).
“Hablaremos de por qué trabajar la lectura y la narración oral, además de cómo abordar la mediación con la experiencia de cada uno. El jueves estaremos en Chiltoyac, con las escuelas y el Centro de Ecoalfabetización y Diálogo de Saberes. Se trata de unir fuerzas y hacer comunidad”, agregó.
Por su parte, Estephany Díaz Astúa, originaria de Santiago, Chile, profesora de lenguaje, promotora de la lectura y cuentacuentos, refirió que la tradición oral es muy importante para la memoria de los pueblos.
“Para mí, contar es una bandera de vida: nos sirve para conocer la historia de nuestros antepasados, no cometer los mismos errores y ser personas más críticas frente al mundo, transmitir otras formas de ver a nuestros abuelos, por qué somos lo que somos”.
Aunado a ello, señaló, en la actualidad los niños están muy “tecnologizados” y la palabra vincula a la gente: “Si no nos conectamos mediante las historias vamos perdiendo formas de ver el mundo”.
Recordó que a Arely León la conoció dándole clases en la Escuela de Cuentacuentos de la Fundación Mustakis, y “fue hasta allá gracias a la autogestión de su comunidad. Todos ahí juntaron dinero para que fuera a aprender y fui su profesora”.
Cuando “me invitó, no lo dudé. Aunque, como todo chileno, no tenía ni un peso porque la escuela cerró y me quedé sin trabajo. Así que también hicimos autogestión, realizamos una serie de eventos, juntamos fondos y aquí estamos”.
Añadió que los niños aprenden de la imitación, de lo que observan, y si un padre no lee difícilmente sus hijos lo harán: “A las madres les recomiendo que a los niños les cuenten, les lean incluso en el vientre, y si no tienes libros en tu casa, canciones, folclor, que el niño sienta que la palabra es importante en rituales como cambiar un pañal, comer una fruta, que todo se convierta en poesía e historias”.
Asistieron los regidores Francisco Javier González Villagómez, Erika Yerania Díaz Chavar, María Consuelo Niembro Domínguez, Eric Omar Rodolfo Juárez Valladares y Consuelo Ocampo Cano.