Un nuevo estudio recién publicado respalda la idea de que las personas que no pueden realizar ejercicios de carga, como los que están postrados en la cama o incluso los astronautas en viajes prolongados, no solo pierden masa muscular, sino que su química corporal se ve alterada a nivel celular e incluso su sistema nervioso se ve afectado negativamente.

La pionera investigación, publicada en la revista Frontiers in Neuroscience, muestra que la salud neurológica depende tanto de las señales enviadas por los músculos grandes de las piernas del cuerpo al cerebro como de las directivas desde el cerebro hasta los músculos.

Músculos a cerebro

Cabe señalar que el estudio tiene sus limitaciones, porque se realizó con ratones, no con seres humanos. El estudio implicó restringir a los ratones el uso de sus patas traseras, pero no sus patas delanteras, durante un período de 28 días. Los ratones continuaron comiendo y no mostraron estrés. Al final de la prueba, los investigadores examinaron un área del cerebro llamada zona subventricular, que en muchos mamíferos tiene el papel de mantener la salud de las células nerviosas. También es el área donde las células madre neurales producen nuevas neuronas.

La limitación de la actividad física disminuyó el número de células madre neuronales en un 70 por ciento en comparación con un grupo control de ratones. Además, tanto las neuronas como los oligodendrocitos, células especializadas que soportan y aíslan las células nerviosas, no maduraron completamente cuando el ejercicio se redujo severamente.

La investigación muestra que el uso de las piernas, particularmente en el ejercicio de soportar peso, envía señales al cerebro que son vitales para la producción de células neuronales sanas, esenciales para el cerebro y el sistema nervioso. Reducir el ejercicio hace que sea difícil para el cuerpo producir nuevas células nerviosas.

La reducción del ejercicio también parece tener un impacto en dos genes, uno de los cuales, CDK5Rap1, es muy importante para la salud de las mitocondrias: el centro neurálgico celular que libera energía que el cuerpo puede usar. Esto representa otro ciclo de retroalimentación. Según ha señalado Raffaella Adami de la Università degli Studi di Milano, Italia, y autora principal del estudio:

No es accidental que tengamos que estar activos: caminar, correr, agacharnos para sentarnos y usar los músculos de nuestras piernas para levantar cosas. La salud neurológica no es una calle de sentido único con el cerebro diciéndole a los músculos ‘levantar’, ‘caminar’, y así sucesivamente.

Con información de Xataka Ciencia